“Dios es sorpresa y novedad”

martes, 21 de enero de 2014
image_pdfimage_print

20/01/2014 – “La libertad cristiana está en la docilidad a la Palabra de Dios”, afirmó el Papa Francisco en la Misa de esta mañana en la Casa Santa Marta. El Pontífice destacó que “debemos estar preparados siempre para recibir la novedad del Evangelio y las sorpresas de Dios”.

“La Palabra de Dios dice lo que quiere decir, es libre y también sorprende, porque nuestro Dios es el Dios de las sorpresas. Él es la novedad. El Evangelio es novedad. La Revelación es novedad. Nuestro Dios es un Dios que siempre hace las cosas nuevas y pide de nosotros que tengamos docilidad a su novedad. En el Evangelio, Jesús es muy claro en esto: vino nuevo, odres nuevos. El vino lo lleva a Dios, pero debe ser recibido con esta apertura a la novedad. Y esto se llama docilidad. Nosotros debemos preguntarnos: ¿Yo soy dócil a la Palabra de Dios o hago siempre lo que yo creo que es la Palabra de Dios?”, se preguntó el Santo Padre.

“Si yo no soy dócil, termino como la pieza de paño nuevo sobre un vestido viejo, y el vestido queda peor. Cuando quiero tomar electricidad de la fuente eléctrica, si el aparato no funciona, busco un adaptador. Nosotros debemos siempre tratar de adaptarnos, de adecuarnos a esta novedad de la Palabra de Dios, estar abiertos a la novedad. Saúl, que era el elegido de Dios, había olvidado que Dios es sorpresa y novedad. Lo había olvidado, se había encerrado en sus pensamientos, en sus esquemas, había razonado humanamente”, subrayó.

El Papa se detuvo en la primera lectura de la misa de hoy para recordar que, en la época de Saúl, cuando uno vencía una batalla, ganaba el botín y con parte de este hacía un sacrificio. “´Estos animales tan bellos serán para el Señor`, pensaba Saúl, quien con su pensamiento estaba encerrado en las costumbres, mientras que nuestro Dios, no es un Dios de costumbres: es un Dios de sorpresas. Saúl no obedeció a la Palabra de Dios. Y Samuel lo reprende por esto, le hace sentir que no ha obedecido, se ha adueñado de la Palabra de Dios”, indicó Francisco.

“La obstinación, la no docilidad para hacer lo que tú quieres y no lo que quiere Dios es un pecado de idolatría. Y esto nos hace pensar en lo que es la libertad cristiana, lo que es la obediencia cristiana. La libertad cristiana y la obediencia cristiana es docilidad a la Palabra de Dios, es tener la valentía de convertirse en odres nuevos, para este vino nuevo que llega continuamente. Esta valentía de discernir siempre: discernir, digo, no relativizar. Discernir siempre lo que hace el Espíritu en mi corazón, qué quiere el Espíritu en mi corazón, a dónde me lleva el Espíritu de mi corazón. Y obedecer, discernir y obedecer. Pidamos hoy la gracia de la docilidad a la Palabra de Dios, a esta Palabra que está viva y eficaz, que discierne los sentimientos y los pensamientos del corazón”, finalizó diciendo el Papa.

 

Radio Vaticano / Rome Reports