Líbano: el Papa León XIV rezó en la tumba de San Charbel

Fuente: @VaticanMedia

01/12/2025 – El Papa León XIV inició su segunda jornada de viaje apostólico al Líbano peregrinando al monasterio de Annaya para orar ante la tumba de San Charbel Maklūf, el monje maronita venerado por sus milagros de curación. El Santo Padre ascendió a 1.200 metros de altitud para llegar a este lugar, que describió como un sitio de donde brota «un río de misericordia,» y allí depositó una lámpara votiva, «símbolo de la luz que Dios encendió aquí por medio de San Charbel.» En este lugar sagrado, el Pontífice confió a la intercesión del santo las esperanzas y los dolores de la región, según el reporte de Vatican News.

La visita fue un homenaje del Obispo de Roma a una figura que es patrón del país y que congrega la devoción de un pueblo entero, incluidos los musulmanes. A pesar de la lluvia, cientos de miles de personas se volcaron a las calles aledañas al Monasterio de San Marón, con pancartas y banderas, gritando y aplaudiendo al Papa, a quien muchos ven como un «mensajero de paz.» El Pontífice fue recibido en el Monasterio por el superior general de la Orden Libanesa Maronita, el abad Mahfouz Hady, quien agradeció al Sucesor de Pedro por su presencia, la cual «transforma nuestra cotidianeidad en un anticipo de eternidad,» en el centenario del inicio de la causa de beatificación del santo.

Una vez en la gruta, donde reposan los restos de San Charbel, el Papa permaneció de rodillas en oración absorta, pidiendo a Dios la gracia de la conversión. Sentado posteriormente, el Papa León XIV habló de la gracia de haber venido como «peregrino» del santo libanés, una visita que, según dijo, «Mis predecesores – pienso especialmente en San Pablo VI, que lo beatificó y canonizó – lo habrían deseado tanto.» Destacó que el mensaje de San Charbel, quien fue guardián del silencio y vivió en la modestia, es para todos: «a quien vive sin Dios» le enseña la oración; «a quien vive en el ruido» le enseña el silencio, siendo «todos comportamientos contracorriente, pero precisamente por eso nos atraen.»

El mensaje del santo, continuó el Papa, también es para los obispos, ministros ordenados y cristianos a través de su «coherencia, tan radical como humilde.» El Papa confió a San Charbel la Iglesia, las familias y el mundo entero, invocando la paz que es tan necesaria, especialmente para el Líbano y el Oriente Medio. Sin embargo, enfatizó un punto crucial en su plegaria por la estabilidad mundial: «La paz solo nace de la conversión de los corazones.» Por ello, el Pontífice pidió al santo que ayude a todos a dirigirse a Dios y a solicitar «el don de la conversión para todos nosotros.»

Al finalizar el momento de oración, el Papa visitó el museo del Monasterio, donde se guardan objetos históricos y reliquias, mientras la multitud permanecía fuera, firme bajo la intensa lluvia, con la esperanza de saludar al primer Papa en visitar el Líbano en trece años. La visita a Annaya ha marcado el inicio de una jornada de oración y esperanza en la Tierra de los Cedros.

Fuente: Vatican News.