“Al Señor no le gusta que le digamos que ‘sí’, pero después vayamos por nuestro lado”

martes, 5 de noviembre de 2013
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05/11/2013 – “La esencia cristiana es la de ser invitados a una fiesta”, afirmó el Papa Francisco en la Misa de la Casa Santa Marta. El Papa indicó que la Iglesia “no es sólo para personas buenas”, la invitación a formar parte de ella es para todos. Y añadió que en la fiesta del Señor se “participa totalmente”; si no, es “como quedarse fuera”.

“Las lecturas del día -ha dicho el Papa comenzando su homilía- nos muestran la tarjeta de identidad del cristiano. Antes que nada la esencia del cristiano es una invitación: sólo somos cristianos si somos invitados. Se trata de una invitación gratuita a participar, que viene de Dios. Para entrar en esta fiesta no se puede pagar: o te invitan o no entrás. Si en nuestra conciencia no tenemos esta certeza de ser invitados, entonces no hemos entendido qué es un cristiano”.

“Un cristiano es un invitado. ¿Invitado a qué? ¿A un negocio? ¿Invitado a un paseo? El Señor nos quiere decir algo más: ‘¡Estás invitado a una fiesta!’. El cristiano es invitado a la fiesta de la alegría de ser salvados y de participar en la vida con Jesús. Se entiende que una fiesta es una reunión de personas que hablan, ríen, festejan, son felices. Es una reunión de personas. Yo, en personas normales, mentalmente normales, nunca he visto uno que haga fiesta solo ¿no? ¡Sería un poco aburrido!”, manifestó Su Santidad en Santa Marta.

“Abrir la botella de vino, esto no es una fiesta, es otra cosa -continuó diciendo-. Se hace fiesta con los demás, se festeja en familia, con los amigos, con las personas invitadas, como yo he sido invitado. Para ser cristiano se necesita una pertenencia y se pertenece a este Cuerpo, esta gente que ha sido invitada a la fiesta: esta es la pertenencia cristiana”.

Recordando la Carta a los Romanos, el Papa afirmó que esta fiesta es una “fiesta de unidad” y destacó que todos están invitados, “buenos y malos. Y los primeros en ser llamados son los marginados. La Iglesia no es una Iglesia sólo para buenos, sino para pecadores. ¿Y qué se hace? Se hace una comunidad, que tiene dones distintos: uno tiene el don de la profecía, otro el del ministerio. Todos tienen una cualidad, una virtud”.

“Pero la fiesta se hace llevando lo que todos tenemos en común. En la fiesta se participa totalmente. No se puede entender la existencia cristiana sin participación -advirtió el Papa-. Es una participación de todos nosotros. ‘Yo voy a la fiesta pero me quedo en la primera sala porque debo estar solo con los tres o cuatro que conozco y los demás’. ¡Esto no se puede hacer en la Iglesia! ¡O entras con todos o te quedas fuera! No puedes seleccionar: la Iglesia es para todos, comenzando por los que ya he dicho: ¡los más marginados! ¡Es la Iglesia de todos!”.

Francisco agregó: “Es la iglesia de los invitados. Estar invitado, ser partícipes en una comunidad con todos. Pero, en la parábola narrada por Jesús leemos que los invitados, uno tras otro, comienzan a excusarse para no ir a la fiesta. ¡No aceptan la invitación! Dicen que sí pero es que no. Estos son los cristianos que se contentan con estar en la lista de invitados: cristianos de la lista”.