Dolor del Papa por las tres religiosas asesinadas en Burundi

lunes, 8 de septiembre de 2014

Papa celebra la messa del Corpus Domini a San Giovanni in Laterano

08/09/2014 – El Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, envió en nombre del Santo Padre un telegrama a Monseñor Evariste Ngoyagoye, Obispo de Bujumbura (Burundi), con motivo del asesinato de tres misioneras javerianas italianas, en su convento de Kamenge.

“Su Santidad, el Papa Francisco -escribe el Cardenal Parolin- recibió con tristeza la noticia del asesinato de tres religiosas, las hermanas Bernardetta Bogianni, Lucia Pulici y Olga Raschietti, que desempeñaban su servicio pastoral en la parroquia de San Guido María Conforti en Bujumbura.

El Santo Padre pide al Señor que reciba en su morada de paz y de luz a estas tres religiosas fieles y entregadas. En esta trágica circunstancia expresa su cercanía a la comunidad religiosa a la que pertenecían, a las familias de las víctimas y a toda la comunidad diocesana. Como prenda de consuelo les envía, de todo corazón, al igual que a todas las personas afectadas por esta brutal desaparición, una afectuosa bendición apostólica. Me uno a las condolencias del Santo Padre y deseo asegurar a las personas cercanas a las religiosas difuntas mi ferviente oración”.

Al mismo tiempo, el Secretario de Estado, envió otro telegrama a la hermanas Inés Frizza, superiora general de las Misioneras Javerianas en el que pone de manifiesto el dolor del Papa por la trágica muerte de las misioneras y asegura su viva participación en el profundo dolor de la congregación por la grave pérdida de estas entregadas religiosas’.

El Santo Padre “mientras espera que la sangre derramada se convierta en semilla de esperanza para construir la auténtica fraternidad entre los pueblos, eleva fervientes oraciones de sufragio por estas generosas testigos del Evangelio y de corazón imparte a sus familiares, a todo el instituto y a cuantos lloran la pérdida, la consoladora bendición apostólica”, finaliza el cardenal.

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La Diócesis de Parma, a la que pertenecían las tres religiosas, informó en su página web de la muerte de las monjas e indicó que todo “parece indicar que fue un trágico intento de robo por parte de una persona con problemas mentales”.

Según los medios italianos que citan fuentes de la policía de Burundi, el agresor es un joven que huyó del convento sin haber robado nada y tras haber apuñalado a dos de las monjas, mientras que la otra fue golpeada con una piedra.

El Padre Mario Pulcino, superior de los misioneros javerianos en Burundi definió el múltiple crimen como “un episodio del todo inesperado, un enorme dolor”.

La orden de las religiosas javerianas había sido ya puesta en la mira en Africa. Siete misioneras de María-Javerianas -seis italianas y una brasileña- fueron secuestradas el 25 de enero de 1995 y liberadas el 21 de marzo posterior por los rebeldes del Frente Revolucionario Unido.

Aica / Rome Reports