El Papa explicó por qué la Ascensión del Señor es motivo de gran alegría

lunes, 17 de mayo de 2021
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17/05/2021 – Antes de dirigir el rezo del Regina Coeli del séptimo Domingo de Pascua y solemnidad de la Ascensión del Señor, el Papa Francisco invitó a pedir ayuda a la Virgen para ser “testigos valientes del Resucitado en las situaciones concretas de la vida” y explicó por qué el misterio de la Ascensión del Señor es motivo de gran alegría.

Al reflexionar en el relato de la Ascensión del Señor del Evangelio de San Marcos, el Pontífice se refirió al “último encuentro del Resucitado con los discípulos antes de subir a la derecha del Padre” y destacó que “normalmente las escenas de despedidas son tristes, causan en quien se queda un sentimiento de pérdida, de abandono. En cambio, todo eso no les sucede a los discípulos”.

“A pesar de la separación del Señor, no se muestran desconsolados, es más, están alegres y preparados para partir como misioneros en el mundo”, advirtió el Papa.

En esta línea, el Santo Padre resaltó el motivo por el cual “también nosotros debemos alegrarnos al ver a Jesús que asciende al cielo” ya que “la ascensión completa la misión de Jesús en medio de nosotros”.

Luego, el Papa habló en modo espontáneo, sin leer el texto preparado, para recordar que “Dios, el hijo de Dios, descendió y se hizo hombre, Dios – hombre, tomó nuestra humanidad, la redimió y ahora asciende al cielo llevando consigo nuestra carne”.

“El primer hombre que entra en el Cielo, porque Jesús es hombre, verdadero hombre, es Dios, verdadero Dios, y nuestra carne está en el Cielo, y esto nos da alegría. A la derecha del Padre se sienta ya un cuerpo humano, el cuerpo de Jesús, y en este misterio cada uno de nosotros contempla el propio destino futuro”, añadió el Papa.

Después, el Papa señaló que otro motivo de alegría es la promesa de Jesús porque “Él nos ha dicho: les enviaré el Espíritu Santo. Y allí con el Espíritu Santo se da el mandamiento que Él confía en su despedida: Vayan por el mundo, anuncien el Evangelio. Y será el Espíritu Santo quien nos llevará en el mundo a anunciar el Evangelio”.