El Papa León XIV en la Iglesia de San Anselmo: «Cristo, centro de la vida y misión monástica»

miércoles, 12 de noviembre de 2025

12/11/2025 – El Papa León XIV presidió la Santa Misa este martes 11 de noviembre con motivo del 125º aniversario de la Dedicación de la iglesia de San Anselmo en el Aventino de Roma. Este complejo, corazón de la Confederación Benedictina, fue el escenario donde el Santo Padre se dirigió a la comunidad monástica, invitándola a renovar su compromiso. El Pontífice señaló que los «cambios repentinos de los que somos testigos nos provocan y nos interpelan, suscitando problemáticas hasta ahora inéditas», animando a la comunidad a responder a la realidad desde una fe sólida.

En su homilía, el Papa recordó que la iglesia fue inaugurada bajo el impulso del Papa León XIII para fortalecer la presencia y unidad benedictina, un proyecto que incluyó el nacimiento del Colegio Internacional. Subrayó que, desde sus orígenes, el monacato ha actuado como un «faro en tiempos difíciles», transformando zonas desoladas en espacios fértiles a través de la oración, el trabajo y la caridad. El monasterio, afirmó, se ha distinguido como un lugar de paz, hospitalidad y unidad, incluso «en los períodos más oscuros de la historia».

El Papa León XIV enfatizó que los desafíos actuales, aunque complejos, requieren la misma respuesta fundamental que ofrecieron los santos y beatos del Evangelio. Comparó al complejo benedictino con la imagen bíblica del río que brota del Templo, un «corazón palpitante» que bombea vida a la Iglesia. Expresó su deseo de que la iglesia, el Ateneo, y las órdenes religiosas presentes en San Anselmo crezcan en sinergia, y que este centro irradie un mensaje profético al mundo.

El Santo Padre concluyó su mensaje alentando a la asamblea a reconocer los dones de Dios. Reflexionando sobre la dedicación del templo, un umbral entre lo humano y lo divino, insistió en que toda la misión debe centrarse en la figura de Jesús. El Papa León XIV exhortó: «Pongamos a Cristo en el centro de nuestra vida y misión». Aseguró que cuando esta dinámica se vive plenamente, el templo se convierte en «un lugar de alegría», donde se experimenta la belleza de compartir gratuitamente lo recibido.

Fuente: Vatican News.