“El tiempo dedicado a los enfermos es alabanza a Dios”

martes, 30 de diciembre de 2014
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30/12/2014 – “El tiempo dedicado a los enfermos es santo, es alabanza a Dios”. Lo afirmó Papa Francisco en el Mensaje para la XXIII Jornada Mundial del Enfermo, que se celerbará el próximo 11 de febrero de 2015, dirigiéndose particularmente a “quienes llevan el peso de la enfermedad y de diferentes modos están unidos a la carne de Cristo sufriente; así como también a ustedes, profesionales y voluntarios en el ámbito sanitario”.

Es una mentira hipócrita la que se esconde «tras ciertas expresiones que insisten mucho en la “calidad de la vida” para inducir a creer que las vidas gravemente afligidas por enfermedades no serían dignas de ser vividas», denunció enérgicamente el Pontífice. Sobre esta “gran mentira”, indicó: “También cuando la enfermedad, la soledad y la incapacidad predominan sobre nuestra vida de donación, la experiencia del dolor puede ser lugar privilegiado de la transmisión de la gracia y fuente para lograr y reforzar la “sapientia cordis”. Se comprende así cómo Job, al final de su experiencia, dirigiéndose a Dios puede afirmar: “Yo te conocía sólo de oídas, mas ahora te han visto mis ojos”. De igual modo, las personas sumidas en el misterio del sufrimiento y del dolor, acogido en la fe, pueden volverse testigos vivientes de una fe que permite habitar el mismo sufrimiento, aunque con su inteligencia el hombre no sea capaz de comprenderlo hasta el fondo”.

“Nuestro mundo a menudo olvida el valor especial del tiempo empleado junto a la cama del enfermo –denunció el Papa–, porque estamos apremiados por la prisa, por el frenesí del hacer, del producir, y nos olvidamos de la dimensión de la gratuidad, del ocuparse, del hacerse cargo del otro”. Según Francisco, detrás de esta actitud “hay con frecuencia una fe tibia”. Por lo que exhortó: “quisiera recordar una vez más ”la absoluta prioridad de la “salida de sí hacia el otro” como uno de los mandamientos principales que fundan toda norma moral”. Además, el Pontífice argentino subrayó que muchos cristianos “dan testimonio también hoy, no con las palabras, sino con su vida radicada en una fe genuina” al lado de los enfermos; estos cristianos “viven un gran camino de santificación” porque, si es fácil servir durante algunos días”, es muy difícil “cuidar de una persona durante meses o incluso durante años, incluso cuando ella ya no es capaz de agradecer”.

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El Pontífice también expresó otra advertencia: “La verdadera caridad es participación que no juzga, que no pretende convertir al otro; es libre de aquella falsa humildad que en el fondo busca la aprobación y se complace del bien hecho”.

Vatican Insider