Encuentro del Papa con Obispos tailandeses

viernes, 22 de noviembre de 2019
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22/11/2019 – “No clericalizar la misión y mucho menos a los laicos”, “tener siempre abierta la puerta para sus sacerdotes” y “no buscar otras manos que no sean las de Dios” son las exhortaciones del Papa a los obispos tailandeses.

Es así que, en su discurso, el Papa recordó a los obispos de Tailandia y de la Federación de las Conferencias episcopales asiáticasla importancia del servicio y de la evangelización .

“Recordemos que nosotros también somos parte de este pueblo, no somos los patrones, somos parte del pueblo, fuimos elegidos como servidores, no como dueños o amos. Esto significa que debemos acompañar a quienes servimos con paciencia y amabilidad, escuchándolos, respetando su dignidad, impulsando y valorando siempre sus iniciativas apostólicas”, destacó Francisco

Además, el Santo Padre reconoció que allí “viven en medio de un continente multicultural y multirreligioso, dotado de gran belleza y prosperidad, pero probado al mismo tiempo por una pobreza y explotación extendida a varios niveles. Los rápidos avances tecnológicos pueden abrir inmensas posibilidades que faciliten la vida, pero también pueden dar lugar a un creciente consumismo y materialismo, especialmente entre los jóvenes”.

“Ustedes cargan sobre sus hombros las preocupaciones de sus pueblos, al ver el flagelo de las drogas y el tráfico de personas, la necesidad de atender un gran número de migrantes y refugiados, las malas condiciones de trabajo, la explotación laboral experimentada por muchos, así como la desigualdad económica y social que existe entre los ricos y pobres”, advirtió el Papa.

En esta línea, el Santo Padre los animó a vivir con “fidelidad de la Iglesia a la propia vocación” y estar atentos porque “cualquier estructura nueva se corrompe en poco tiempo, y puede dificultar a nuestro corazón el importante ministerio de la oración y la intercesión”.

Por ello, el Papa Francisco les exortó a mirar “el camino misionero en estas tierras” para tener confianza en que el Espíritu Santo es “el primero en adelantarse y convocar.