Francisco diferencia “la luz de Jesús” con la de un mundo artificial

martes, 3 de septiembre de 2013
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El Papa Francisco afirmó, en la misa celebrada en la Casa de Santa Marta, que “Jesús no necesita de un ejército para expulsar a los demonios, no necesita de la soberbia, no necesita de la fuerza, del orgullo: siempre donde está Jesús hay humildad y amor”. El Pontífice puso el acento sobre la distinción entre la “luz tranquila” de Jesús, que habla a nuestro corazón y la luz del mundo, y una “luz artificial” que nos vuelve soberbios y orgullosos. “La identidad cristiana -dijo Francisco- es una identidad de la luz, no de las tinieblas. Jesús vino para salvarnos del pecado, su luz nos salva de las tinieblas”.

Por otra parte, el Papa agregó que “se puede pensar que exista la posibilidad de tener la luz con tantas cosas científicas y tantas cosas de la humanidad. Se puede conocer todo, se puede tener ciencia de todo y esta luz sobre las cosas. Pero la luz de Jesús es otra cosa, no es una luz de la ignorancia. Es una luz de conocimiento y de sabiduría, pero es otra cosa que la luz del mundo. La luz que nos ofrece el mundo es una luz artificial, quizás fuerte, pero más fuerte es la de Jesús, fuerte como fuego artificial, como un flash de la fotografía”.

“En cambio -prosiguió- la luz de Jesús es una luz tenue, es una luz tranquila, es una luz de paz, es como la luz de la noche de Navidad, sin pretensiones”, dijo Francisco. “La luz de Jesús -continuó diciendo el Pontífice- no hace espectáculo, es una luz que viene en el corazón. Sin embargo, es cierto que el diablo tantas veces se disfraza de ángel de luz: a él le gusta imitar a Jesús y se hace bueno, nos habla tranquilamente, como habló a Jesús tras el ayuno en el desierto. Es por esto que tenemos que pedir al Señor la sabiduría del discernimiento para conocer cuándo es Jesús que nos da la luz y cuándo es el demonio, travestido de ángel de luz”.

“Siempre donde está Jesús hay humildad, mansedumbre y amor”, sentenció el Papa. “Hay personas que creen vivir en la luz y están en las tinieblas, pero no se dan cuenta. ¿Cómo es la luz que nos ofrece Jesús? La luz de Jesús podemos conocerla, porque es una luz humilde, no es una luz que se impone: es humilde. Es una luz mansa, con la fortaleza de la mansedumbre. Es una luz que nos habla al corazón y es una luz que te ofrece la Cruz. Si en nuestra luz interior somos hombres mansos, escuchamos la voz de Jesús en el corazón y miramos sin miedo la Cruz: esta es la luz de Jesús”, sostuvo.

“Pero si viene una luz que te hace orgulloso – advirtió- una luz que te lleva a mirar al otro desde arriba, a despreciar a los demás, a la soberbia, esta no es la luz de Jesús: es la luz del diablo disfrazado de Jesús, de ángel de luz”. El Papa indicó así el modo para distinguir la luz verdadera de la falsa: “Siempre donde está Jesús hay humildad, mansedumbre, amor y cruz. Debemos ir detrás de Él, sin miedo, seguir su luz porque la luz de Jesús es bella y nos hace mucho bien”, finalizó diciendo el Papa.

En otro orden, la convocatoria del Papa Francisco a una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, para el próximo 7 de septiembre, sigue cosechando adhesiones. El Gran Muftí de Siria, Ahmad Badreddin Hassou, líder espiritual del islam sunita en ese país, conmovido por el llamado del Papa por la paz, expresó su deseo de ir a San Pedro para la vigilia de oración anunciada por Francisco. El líder musulmán envió una petición al Nuncio Apostólico en Damasco, Monseñor Mario Zenari.