Francisco: “La Iglesia necesita sanación”

miércoles, 27 de julio de 2022
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27/07/2022 – (Fuente: Vatican News) El Papa Francisco continúa su peregrinación por tierras canadienses. En este marco, el Santo Padre participó con los indígenas en la peregrinación al Lago Santa Ana, donde celebró la Liturgia de la Palabra. En este lugar considerado sagrado, el Pontífice pidió la sanación del pasado signado por los “terribles efectos de la colonización”.

Francisco se presentó como “un peregrino” a orillas del lago Santa Ana, lo que los Sioux Nakota llaman Wakamne, ‘Lago de Dios’, y los Cree, ‘Lago del Espíritu’. En estas aguas sagradas, desde hace siglos destino de las peregrinaciones de los pueblos indígenas de Canadá que se bañan allí para invocar la curación de la madre de María, incluso el Papa, fue que celebró una Liturgia de la Palabra, implora la curación de Dios.

La curación de la memoria, de un pasado marcado por los “terribles efectos de la colonización” y el “dolor imborrable de tantas familias, abuelos y niños”. La curación de un presente que ve a los ancianos en riesgo de soledad y abandono, “pacientes incómodos” a los que, en lugar de afecto, “se les administra la muerte”, jóvenes anestesiados por el entretenimiento y los teléfonos móviles.

Una súplica a Dios
El Pontífice hizo esta súplica en voz baja, en español, tras reiterar a los indígenas lo “valiosos” que son para él y para toda la Iglesia. La segunda jornada de la “peregrinación penitencial” del Obispo de Roma a Canadá concluyó, por tanto, en el centro-norte de Alberta, a unos 72 km al oeste de Edmonton, en este lago -declarado sitio histórico nacional por el gobierno canadiense en 2004.

Madres y abuelas
Fueron  las madres, las mujeres y, sobre todo, las abuelas -Kokum, las llaman los indígenas- las que estuvieron en el centro de la reflexión del Papa, que, volviendo la mirada al pasado y a los dramas que tuvieron lugar en los internados, expresó su dolor por los abusos sufridos por cientos de miles de niños, privados de idiomas, tradiciones, culturas, afectos. Una herida para ellos, pero también para sus familias.

“Parte del doloroso legado al que nos enfrentamos proviene de impedir que las abuelas indígenas transmitan la fe en su lengua y cultura.”

La Iglesia es mujer, es madre
Lo que ocurrió en estas instituciones de Canadá fue un movimiento contrario a la “inculturación materna” que tuvo lugar gracias a la labor de Santa Ana, que combinó “la belleza de las tradiciones indígenas y la fe”, y las moldeó “con la sabiduría de una abuela, que es madre por partida doble”.

“La Iglesia también es una mujer, es una madre. De hecho, nunca ha habido una época en su historia en la que la fe no se transmitiera en la lengua materna, por parte de las madres y las abuelas”, subrayó el Papa.

Y añadió: “¡Qué bien han hecho los misioneros auténticamente evangelizadores en este sentido para preservar las lenguas y culturas autóctonas en tantas partes del mundo!”.

“Las madres y las abuelas ayudan a curar las heridas del corazón. Durante el drama de la conquista, fue Nuestra Señora de Guadalupe quien transmitió la fe correcta a los nativos, hablando su lengua y vistiendo sus ropas, sin violencia ni imposición.”

Un testimonio de resiliencia y reinicio
En los internados se ha impedido que muchas generaciones de niños reciban esta herencia: una “pérdida”, una “tragedia”, dijo el Papa, que, sin embargo, no quiere que perdamos la esperanza en el futuro: ” Su presencia aquí es un testimonio de resiliencia y de reanudación, de peregrinación hacia la curación, de apertura del corazón a Dios que cura nuestro ser comunitario”.

“Ahora todos nosotros, como Iglesia, necesitamos curarnos: curarnos de la tentación de encerrarnos en nosotros mismos, de elegir la defensa de la institución sobre la búsqueda de la verdad, de preferir el poder mundano al servicio evangélico.”

Lo que Francisco pidió fue una ayuda mutua para construir una Iglesia madre “capaz de abrazar a cada hijo e hija; abierta a todos y que hable con cada uno; que no vaya contra nadie, sino que salga al encuentro de todos”.