“Los sacerdotes corruptos son un escándalo para la Iglesia”

viernes, 17 de enero de 2014
image_pdfimage_print

16/01/2014 – “Los escándalos en la Iglesia suceden porque no hay una relación viva con Dios y con su Palabra”, aseguró el Papa Francisco en su homilía de la misa en la Casa Santa Marta. El mismo día en que la Santa Sede reconoció la existencia de abusadores entre miembros del clero en su comparecencia ante Naciones Unidas, el Papa sostuvo que “los sacerdotes corruptos, en vez de dar el pan de la vida, dan pasto envenenado al santo Pueblo de Dios”.

Comentando la lectura del día y el salmo responsorial, que relatan una dura derrota de los israelitas de la mano de los filisteos, el Pontífice observó que el Pueblo de Dios en aquella época había abandonado al Señor. “Se decía que la Palabra de Dios era rara en ese tiempo. El viejo sacerdote Eli era un tibio y sus hijos unos corruptos, que asustaban al pueblo y lo maltrataban. Los israelitas para combatir contra los filisteos utilizaron el arca de la alianza, pero como una cosa mágica, algo externo. Y son derrotados: el arca es tomada por los enemigos. No hay fe verdadera en Dios, en su presencia real en la vida”, indicó Francisco en la misa matutina.

"Esta cita de la Escritura nos hace pensar en cómo es nuestra relación con Dios, con la Palabra de Dios: ¿es una relación formal? ¿Es una relación lejana? ¿La Palabra de Dios entra en nuestro corazón, cambia nuestro corazón, tiene este poder o no, es una relación formal, todo bien? ¡Pero el corazón está cerrado a esa Palabra! Y nos lleva a pensar en muchas derrotas de la Iglesia, a tantas derrotas del Pueblo de Dios, sencillamente porque no escucha al Señor, no busca al Señor, ¡no se deja encontrar por el Señor! Y después de la tragedia, la oración, esta: ''Pero Señor ¿Qué ha pasado? Has hecho de nosotros el desprecio de nuestros vecinos. El desprecio y la burla de los que nos rodean. Nos has hecho refrán de los gentiles, nos hacen muecas las naciones", agregó.

El Papa se refirió puntualmente a los escándalos dentro de la Iglesia: "¿Pero nos avergonzamos? Muchos escándalos que no quiero mencionar de forma individual, pero que todos sabemos, ¡sabemos dónde están! Escándalos, algunos que han hecho pagar mucho dinero: ¡Está bien! Se debe hacer así. ¡La vergüenza de la Iglesia! ¿Pero nos hemos avergonzado de las derrotas de sacerdotes, obispos, laicos? La Palabra de Dios en esos escándalos era rara, en esos hombres y mujeres ¡la Palabra de Dios era rara! ¡No tenían un vínculo con Dios! Tenían una posición en la Iglesia, una posición de poder, incluso de comodidad. Pero la Palabra de Dios, ¡no! ´'Pero, yo tengo una medalla!; yo llevo la Cruz`. ¡Igual que estos llevaban el arca! ¡Sin la relación viva con Dios y con la Palabra de Dios! Me viene a la mente la Palabra de Jesús para los que provocaban los escándalos y aquí el escándalo llegó: toda una decadencia del Pueblo de Dios, hasta la debilidad, la corrupción de los sacerdotes".

El Papa Francisco concluye la homilía dirigiendo su pensamiento al Pueblo de Dios: "¡Pobre gente! ¡Pobre gente! No damos de comer el pan de la vida; no damos de comer, en esos casos, ¡la verdad! Damos de comer pasto envenenado, muchas veces. Despierta, ¡por qué duermes Señor!. Qué esta sea nuestra oración! ¡Despierta!¡No nos rechaces para siempre! ¿Por qué escondes tu rostro? ¿por qué olvidas nuestra miseria y opresión? Pidamos al Señor no olvidarnos nunca de la Palabra de Dios, que está viva, que entre en nuestro corazón y que no olvidemos nunca al santo pueblo fiel de Dios, ¡que nos pide pasto fuerte!".

Hoy, la Santa Sede afirmó en la ONU que no existe excusa posible a los casos de explotación y violencia contra niños, al tiempo que enfatizó que existen responsables de abusos "en todas las profesiones, incluso entre miembros del clero y personal de la Iglesia". "Se encuentran abusadores entre los miembros de las profesiones más respetadas del mundo y, más lamentablemente, incluso entre miembros del clero y otro personal de la iglesia", dijo Monseñor Silvano Tomasi, representante de la Santa Sede ante Naciones Unidas en Ginebra.

 

 

Religión Digital / Rome Reports