Visita del Papa a la “Ciudad de la Amistad”

domingo, 8 de septiembre de 2019
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08/09/2019 – Uno de los momentos más esperados del 31 viaje apostólico del Papa Francisco fue el abrazo entre el Pontífice y el sacerdote argentino Pedro Opeka, fundador de la “ciudad de la amistad” en Madagascar. Una ciudad que se levantó literalmente sobre un basurero y que hoy es ejemplo de esperanza y fe.

8000 niños y jóvenes cantaron, alegres y alzaron banderas coloradas para recibir hoy, en la tarde, al papa Francisco en su visita a la “Ciudad de la Amistad” en Akamasoa, Madagascar. Colores, música y muchas emociones se congregaron en el auditorio de Manantenasoa.

“Esperanza”, fue la palabra que resonó con fuerza en el discurso del papa Francisco en su segundo día en Madagascar. “La pobreza no es una fatalidad”, afirmó el Santo Padre

El Papa exhorto a todos a rezar “para que en todo Madagascar y en otras partes del mundo se prolongue el brillo de esta luz de fe en Akamasoa, y podamos lograr modelos de desarrollo que privilegien la lucha contra la pobreza y la exclusión social desde la confianza, la educación, el trabajo y el esfuerzo, que siempre son indispensables para la dignidad de la persona humana”.

Asimismo, el Santo Padre, destacó los valores educativos que están detrás de la obra iniciada por padre Opeka para “transmitir el tesoro enorme del esfuerzo, la disciplina, la honestidad, el respeto a sí mismo y a los demás”.