18/12/2005 – El P. Ricardo Seirutti era hasta hace algunas horas párroco en la Iglesia de San Juan Evangelista en Córdoba. Hoy a las 19,30 hs será ordenado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Córdoba en la Catedral cordobesa. Todavía casi que ni lo puede creer “soy tan feliz siendo cura que la verdad no había pensado en nada más”. “Dios definitivamente me hace Padre de todos, por eso es muy lindo que siga siendo padre, lo demás son títulos” dice en relación a su nueva ordenación.
“Es muy raro todo, no me imaginaba, ni lo esperaba. En mi parroquia, con los jóvenes, siempre he sido muy feliz como cura y lo voy a seguir siendo. Estoy sorprendido, Dios ha tenido siempre esa gracia conmigo de sorprenderme permanentemente pero ahora se le fue la mano” dice con tu entusiasmo.
“Un obispo es para la Iglesia, y en el caso de los obispos auxiliares la búsqueda es trabajar muy cerca del obispo, estar atento a las necesidades de la diócesis para ir acompañando. Mi tares principal va a pasar por el acompañamiento de las parroquias en la ciudad, en especial con la zona sur que es donde yo estaba, y además, la Vicaría para Movimientos y Asociaciones Laicales lo que incluye Pastoral Juventud. Estuve muchos años en Pastoral de Juventud y me he sentido siempre ahí, muy cerca de los jóvenes. Los jóvenes me robaron el corazón, y así como Dios tiene mi corazón, los jóvenes lo tienen totalmente para ellos. Amo predilectamente a los jóvenes”.
“Más que robarnos para Él, Dios nos toma para Él y nos entrega mucho más. Así como María dijo, hágase en mí sabiendo que se hacía madre de la humanidad, cada vez que decimos sí a Jesús Dios nos toma para entregarnos, sobretodo para entregarnos Él a los demás. Ahora soy más de todos que antes.
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