“Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío”

miércoles, 31 de enero de 2018
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31/1/2018 – Como cada viernes la Hermana María de la Paz Carbonari, Lic. en Teología Bíblica nos invita a zambullirnos en los salmos. Comenzó diciendo que el salmo 91 (90), es un canto de confianza, está todo traspasado por la confianza en el Señor. Y es este salmo que dice, “Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso dí al Señor: Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío…”.

Este salmo tiene esa dinámica, que presenta en esta segunda parte, que va del versísulo 3 en adelante, como un montón de peligros, y ante esa grandeza de peligros, la grandeza mayor es Dios, que es nuestro refugio, y entonces Él me libra de todos esos peligros”.

Y en la tercera parte, que sería de los versículos 14 al 16, lo que llamamos oráculo divino, que puede ser palabra divina también, cuando Dios habla. Y es esta parte que dice, “Lo libraré porque me quiere, lo protegeré porque conoce mi nombre”, y concluye diciendo “Le haré gozar mi salvación”.

Utiliza el recurso de la hipérbole, para mostrar que ante peligros muy grandes, mucho más grande es Dios.

“Es muy lindo descubrir que puedo pasar por todas estas situaciones sin que nada me pase porque la confianza en Dios me da la certeza de que el Señor me protege y me va llevando en sus manos”, reflexiona la hermana María de la Paz Carbonari. Y agrega que queda expresado también en una de las metáforas, “Te sostendrá en sus manos”.

Expresó que “Siempre Dios nos va tirando como pistas para que podamos salir de una situación difícil”.

“Te librará de la red del cazador”.

“La trampa se rompió y escapamos”, dice el salmista. Esto quiere decir, indica la Hermana María, que “Dios nos librará de esta trampa y no va a permitir que quedemos atrapados”.