“Cuando estoy en África vuelvo a los valores que me llevaron a estudiar medicina”, expresó Jorge Arias, misionero en Mozambique

sábado, 20 de octubre de 2018
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20/10/2018 – Jorge Arias es médico, nació en Lanús pero actualmente vive en la ciudad de Buenos Aires. Es el menor de una familia que llegó en el siglo pasado a la Argentina desde la lejana Galicia (España). Jorge nació aquí, pero sus padres y sus dos hermanos eran españoles. Hoy es un médico con más de 40 años de profesión en el ámbito de la cirgugía colorrectal, y en el último tiempo encontró en tierras africanas su espacio de misión. “Todo empezó cuando viajé a Madagascar en el 2013 en coincidencia con el inicio del pontificado de Francisco. Iba con un grupo de españoles al sur de Madagascar y allí ayudábamos en la misión a unas religiosas bonaerenses de la congregación de San Vicente de Paul. Estas monjas se emocionaron porque yo venía de Argentina y yo por la enorme labor que realizan allí, en un antiguo leprosario, que les prometí que le iba a escribir una carta al papa Francisco para pedirles por ellas. Buscando la forma de enviar esta carta comencé a ver qué personas me podían ayudar, que conocieran al Santo Padre. Y encontré al padre Juan Gabriel Arias, con quien no somos parientes. Tomé contacto con Juan Gabriel y ahí se inicó la relación con este sacerdote que hace ya varios años misiona en Mozambique, en África del este”, sintetizó Jorge.

Sobre la relación establecida con el padre Arias dijo: “Ahora él dice que somos hermanos (risas). Tal es así que estoy preparando para noviembre próximo mi séptimo viaje a Mozambique junto a otros profesionales médicos. Antes había hecho tres misiones similares en Madagascar. Algunos de los profesionales que me acompañan son de Argentina, otros de España y también hay de otros países. Los voy recolectando de diferentes maneras, a algunos los convenzo en los cursos y capacitaciones que hago como médico”.

Arias relató que “en Mozambique, cada vez que voy, me conocen como el ´tío Georgi`. Y el padre Juan Gabriel es muy directo y práctico. Si le decís: ´Habría que poner una bomba de agua`. Te mira y te dice: ´Bueno, hacelo`. Así logra que las cosas se hagan. Date por seguro que en el próximo viaje, cuando voy, está la bomba de agua puesta”.

Jorge dijo que cada vez que viaja a África siente que su vocación médica vuelve a sus inicios: “Allá no hay ninguna motivación económica ni política. Tampoco hay barreras religiosas, la otra vez nos acompañó un medico judío sin ningún problema. La cuestión es que cuando estoy en África vuelvo a sentir las mismas cosas que me llevaron a estudiar medicina, vuelvo a esos valores”. Luego relató como sus compañeros y él, habitualmente, rompen en llanto durante las misas del padre Juan Gabriel, pese a que no entienden nada porque se celebra en shangana, el idioma local de Mozambique: “He llorado bastante, no solo en las misas. Todo es muy fuerte. Te hablan como si fueras un prócer y yo no hago nada. Recibo más de lo que doy”. Por otra parte, Arias indicó que “tuve la oportunidad de conocer Akamasoa, en Madagascar, y quedé impactado con la obra del padre Pedro Opeka allí. Es una gran ciudad que surgió donde había un basural”.

Por último, Jorge Arias nos dejó esta sentida oración misionera:

Agradezco a Dios haberme hecho médico

y me ha permitido ejercer por más de 40 años,

recibiendo bendiciones, alegrías e innumerables recompensas.

En los últimos años pude ejercer en África

y sentir como el primer día

el orgullo de poder mitigar un poco

el dolor de los que menos tienen.

Amén.