La oración toca las fibras más profundas de nuestra vida

jueves, 14 de marzo de 2019

14/03/19.-

Jesús dijo a sus discípulos:

«Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.

¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡Cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!

Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.»

Mt. 7,7-12

Jesús hoy nos muestra un bello esquema de oración, nos propone un método sencillo.

La oración no es una varita mágica implica movimiento: pedir, buscar, llamar. La oración es un trabajo: un trabajo que nos pide voluntad, nos pide constancia, confianza, nos pide ser determinados, sin vergüenza.

Y cuando le abrimos el corazón a Dios, él se dona sin medida y terminamos recibiendo el 100 por 1 , nos lo da todo y todo multiplicado.

Hoy Jesús nos invita a ver como estamos rezando ¿Cómo rezo? ¿Cómo un papagayo? ¿Rezo precisamente con la necesidad en el corazón? Ver que tiempos le estamos dedicando a la oración, si pido, si busco, si llamo.