Un testimonio sobre trata de personas, una tragedia de la humanidad

martes, 22 de septiembre de 2020
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22/09/2020 – El 23 de septiembre se  conmemora el “Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas”. La fecha fue instaurada por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en enero de 1999, para conmemorar un acontecimiento ocurrido en nuestro país, en Argentina, en 1913, día en el que se promulgó la ley 9.143, primera legislación en el mundo contra la prostitución infantil.

Después del tráfico de drogas y de armas, la trata de personas es el negocio transnacional que mueve más dinero en todo el mundo. Quienes caen en las redes de los tratantes, pueden enfrentar la explotación sexual, distintas formas de trabajo esclavo y mendicidad forzada, y abusos de todo tipo, con lo que pierden sus derechos más básicos como la libertad, la seguridad y el derecho a vivir sin ser objeto de violencias.

La lucha contra este flagelo demanda el compromiso de la sociedad en su totalidad y una fecha como esta sirve para sensibilizar con respecto a este tema y tomar medidas para erradicar este flagelo mundial que afecta a más de tres millones y medio de personas por año, según la Organización Internacional del Trabajo.

A pesar de todos estos datos, todavía hay personas que creen y que sostienen que la trata de personas no existe en Argentina, o que es un problema sólo en otros países, o de unas pocas personas. La realidad es otra. La trata, la explotación sexual es una dolorosa realidad en la mayoría de las provincias argentinas, y por eso mismo el Papa Francisco y, antes, el cardenal Bergoglio, pide e insiste tanto en trabajar por erradicar esta tragedia que denigra al ser humano, incluso a niñas y niños desde muy pequeños.

En Radio María Argentina dialogamos de esto con quien fue una víctima de las redes de explotación sexual desde los 10 años, cuando fue entregada a delincuentes por su propia familia. “Soledad” –como vamos a llamarla- fue entregada a los circuitos de explotación cuando tenía sólo 10 años. Permaneció en ese infierno durante varios años. Ella fue rescatada en un procedimiento policial, estuvo en una casa del Estado, pasó por el hospital Neuropsiquiátrico de aquí de Córdoba, se escapó, volvió a caer en las redes…hasta que logró escapar y se cruzó en su camino con la fundadora de Vínculos en Red, Alicia Peresutti, y con ella, y con la gente de Vínculos, fue saliendo adelante.

Hoy, Soledad tiene 23 años, dos hijitos, una familia y una vida que es testimonio del dolor del pasado, pero también del amor de quienes la sostuvieron y la sostienen y la acompañan en este presente, y también testimonio de la esperanza.

 

Para escuchar este testimonio de manera completa podes hacerlo en la barra de audio ubicada debajo del título