Los regalos, símbolos del amor gratuito de Dios

martes, 11 de diciembre de 2012
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Regalo, presente: cosa que se da gratuitamente en muestra de afecto u obsequio.

 

* La costumbre de intercambiar regalos en Navidad parece ser una adaptación cristiana de la costumbre pagana durante las fiestas saturnales.

 

“Las Saturnales (en latín Saturnalia) eran unas importantes festividades romanas. Se las llegó a denominar "fiestas de los esclavos" ya que en ellas, los esclavos recibían raciones extras, tiempo libre y otras prebendas.

Las Saturnales se celebraban por dos motivos:

  • En honor a Saturno, dios de la agricultura.
  • Como homenaje al triunfo de un victorioso general (fiesta del triunfo).
Las primeras se celebraban del 17 al 23 de diciembre, a la luz de velas y antorchas, por el fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz, o nacimiento del Sol Invictus, 25 de diciembre, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de invierno). Probablemente las Saturnales fueran las fiestas de la finalización de los trabajos del campo, celebrada tras la conclusión de la siembra de invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para descansar del esfuerzo cotidiano.

Eran siete días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos.” (Fuente: www.wikipedia.org.ar)

* Por otro lado, debemos considerar las costumbres en el antiguo medio oriente con respecto al protocolo y la cortesía ante las autoridades. Nadie se presentaba ante un rey o dignatario con las manos vacías.

* En lengua griega, regalo tiene la misma raíz que “dar” y “gratuito”.

Dóron : ofrenda, don, regalo / plural: dorá

Doreá: don, regalo

Doreán: gratuitamente, sin costo

Doréomai: dar, otorgar

De esta palabra derivan los nombres: Teodoro/a y Dorotea. Significan: regalo de Dios.

 

Los regalos de la reina de Sabá

1er. libro de los Reyes cap. 10

1 La reina de Sabá oyó hablar de la fama de Salomón, y fue a ponerlo a prueba, proponiéndole unos enigmas. 2 Llegó a Jerusalén con un séquito imponente, con camellos cargados de perfumes, de muchísimo oro y de piedras preciosas. Cuando se presentó ante Salomón, le expuso todo lo que tenía pensado decirle. 3 Salomón respondió a todas sus preguntas: no hubo para el rey ninguna cuestión tan oscura que no se la pudiera explicar.

4 Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que había construido, 5 los manjares de su mesa, los aposentos de sus servidores, el porte y las libreas de sus camareros, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la Casa del Señor, se quedó sin aliento 6 y dijo al rey: “¡Realmente era verdad lo que había oído decir en mi país acerca de ti y de tu sabiduría! 7 Yo no lo quería creer, sin venir antes a verlo con mis propios ojos. Pero ahora compruebo que no me habían contado ni siquiera la mitad: tu sabiduría y tus riquezas superan la fama que llegó a mis oídos. 8 ¡Felices tus mujeres, felices también estos servidores tuyos, que están constantemente delante de ti, escuchando tu sabiduría! 9 ¡Y bendito sea el Señor, tu Dios, que te ha mostrado su favor poniéndote sobre el trono de Israel! Sí, por su amor eterno a Israel, el Señor te estableció como rey para que ejercieras el derecho y la justicia”.

10 La reina regaló al rey ciento veinte talentos de oro, una enorme cantidad de perfumes y piedras preciosas; nunca más se recibieron tantos perfumes como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón.

11 La flota de Jirám, que había transportado el oro de Ofir, trajo también de allí madera de sándalo en gran cantidad y piedras preciosas. 12 Con la madera de sándalo, el rey hizo unas balaustradas para la Casa del Señor y para la casa del rey, y también cítaras y arpas para los músicos. Nunca más se recibió una madera de sándalo como aquella, ni se la vio más hasta el día de hoy.

13 Por su parte, el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que a ella se le ocurrió pedir, aparte de los regalos que le hizo como sólo podía hacerlo el rey Salomón. Después, ella emprendió el camino de regreso a su país, acompañada de su séquito.

 

En el mismo sentido, se habla del honor del rey mesiánico que recibe regalos de todos los confines de la tierra, Sal 72,10.

Jesús hace mención a este episodio de la reina de Sabá, cuando quiere indicar que los extranjeros paganos tienen un reconocimiento mayor hacia la obra de Dios que los propios integrantes del pueblo de Israel:

38 Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: «Maestro, queremos que nos hagas ver un signo». 39 Él les respondió: «Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás. 40 Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.

41 El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás. 42 El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón. (Mt 12,38-42)

 

Nacimiento de Jesús según Mt 2

Cuando Jesús nace, unos magos de Oriente llegan preguntando por el Rey de los judíos. Siguiendo el protocolo, dado que venían a visitar a un rey, no llegaron con las manos vacías. Sus dones fueron:

  • oro, símbolo de la realeza
  • incienso, símbolo de la divinidad, ya que el incienso se usaba en los sacrificios y rituales
  • mirra, símbolo de la humanidad, ya que era la esencia que se usaba en los rituales mortuorios.
 

DIOS NOS REGALA SU ESPÍRITU

 

San Pablo usa la palabra “REGALO” cuando se refiere al don que Dios hace a todos sus hijos e hijas: la gracia. Es regalo porque Dios lo da gratuitamente; no está haciendo con nosotros ninguna transacción comercial, ni lo da porque lo merezcamos. Lo da gratis, movido por su gran amor.

 

Pero no hay proporción entre el don y la falta. Porque si la falta de uno solo provocó la muerte de todos, la gracia de Dios y el don conferido por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, fueron derramados mucho más abundantemente sobre todos. (Rom 5,15)

 

Todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, 24 pero son justificados gratuitamente (doreán) por su gracia, en virtud de la redención cumplida en Cristo Jesús. (Rom 3,24)

 

Otras citas en las cartas: Gál 2,21; Ef 3,7; Ef 4,7; Heb 6,4

 

El regalo de Dios no se compra con dinero: el episodio de Simón el mago, Hech 8,20.

El Espíritu Santo es regalo: Hech 2,38; 10,45; 11,17

 

 

Jesús le respondió:

«Si conocieras el regalo de Dios

y quién es el que te dice:

“Dame de beber”,

tú misma se lo hubieras pedido,

y él te habría dado agua viva».

 (Jn 4,10, Jesús dialogando con la samaritana. Agua viva= regalo ver también Ap 21,6 y 22,17)