P. Luis Zazano: “el miedo es un mal consejero, te lleva al olvido de ti, al olvido de Dios y al olvido de los demás”

viernes, 22 de diciembre de 2017
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21/12/2017-  En tiempos de adviento, próximos a una fecha tan importante como es el nacimiento de Jesús, surgen los miedos. Es muy común que el temor vaya apareciendo en esta época. Se termina el año y surgen los temores, ya sea económico, afectivo o espirtual.

El padre Luis Zazano  habló en el programa Hoy Puede Ser del miedo, de sus distintos tipos y como enfrentarlos en este tiempo tan particular.

“El miedo es un producto de lo que va viviendo”  definió el padre Luis a eso “que te paraliza, y genera un estado de ansiedad”. En esta etapa “uno se siente desamparado, sólo, excluido”.

Un tipo de miedo “es el riesgo de una privación o de un sufrimiento, es el sentimiento de que se que voy a perder algo”. Esto genera esta sensación de angustia. “Justamente Jesús una de las frases que más repete en el Evangelio, es no tengan miedo. Porque el miedo paraliza, porque te lleva a pensar cosas que pueden pasar”. El problema es que algunos nos dejamos llevar por esta sensación y nos sentimos aferrados en cosas que no existen.

¿Hoy de que tengo miedo?

El padre Zazano dijo “en la vida no se tiene todo. Se tiene lo que uno tiene y lo que puede lograr, y se tiene que renunciar a cosas”. Obviamente cuesta.  Está bueno identificar, porque sino “uno no puede diferenciar la realidad de lo que es producto de la cabeza”. Además de que “como cristianos tenes que entender la situación de renuncia como una posibilidad de crecer en el camino a la Santidad” así como “Jesús renunció su vida para salvarnos a todos”.

Es muy importante por eso “hablar con alguien y saber que Dios que está con uno, identificar a dónde está Dios”.

Sin embargo, existen dos tipos de miedos que pueden habitar en nuestros corazones en estos tiempos según el Padre Luis. Una que es “una fuerza que apega al hombre, a su propio ser quiere tener todo, el que se apega a la vida y al ser. Es el hombre que tiene miedo a la muerte”. Es temorosa y no se anima a lo nuevo. “La persona que tiene todas las enfermedades, que le encanta ir al médico. En el fondo es una persona que se ha creado todo una historia. Lo que sucedade es “la falta de confianza en Dios, falta de entrega de jugarse a la vida con todo lo que ello implica”. Además de que “con su cabeza lo unico que hace es manterese,un mantenimiento de no me animo a lo distinto” o como “profetas de calamidades, que a todo le ven a un pero” que en “la misma Iglesia tenemos esas personas”.

El otro miedo es el “miedo a Dios”. Se muestra cuando “no actúo por amor a Dios sino por miedo”.La persona “ve todo al infierno”. Es de suma importancia saber que “el amor es lo que mueve, no el miedo” porque sino se transforma “en una actitud si yo te doy vos me das”. Además de que “cuando una persona vive con el miedo se esconde. Y te lleva al oscuridad” sobre todo “cuando no sos capaz de afrontar las cosas te escondes y hay gente que no se quiere mostrar como quien es de verdad”.

Discernir que cosas hay en nuestros corazones “porque el miedo es un mal consejero, te lleva al olvido de ti, al olvido de Dios y al olvido de los demás”.

“La clave de todo es encontrarse con Jesús. Aprender a tener un encuentro con Dios y darse cuenta que hay un Dios misericordioso, que te da oportunidades”.

El origen de todo es el orgullo. El padre Luis dijo que lo peor es la “pulsimidad, que es el temor ante un deber que se va a cumplir. No tienen valentía” y “hay que ser valiente actuar”. Ser pusilánime es cuando “sos una persona que te cuesta actuar con valentía en tu deber” y lo peor es que “es una persona esclavizada ante  la mirada del otro, ante la palabra del otro”.

“Un crisitano debe ser valiente, seguir para adelante porque la vida es arriesgarse y asumir los fracasos”.

Por último, el padre Luis Zazano nos encomendóa a pedirle a la Virgen: Valentía, para volver a encontrarse con Jesús, Humildad,  para aceptar que no todo pasa por nuestras manos y Alegría, para que como María nuestra almas canten la grandeza del Señor y para que veamoa las tantas cosas buenas que Dios nos ha dado.