06/05/18 – En diálogo con Radio María el padre Héctor Espósito, sacerdote de la arquidiócesis de Córdoba, misionero vicentino, nos invitó a orar para encontrar la alegría de vivir. “Muchas veces no tenemos la alegría porque no tenemos una de las virtudes de las que habla San Pablo, la constancia”, dijo el Padre Héctor.
Con la lectura de San Lucas 14,16-24, el Padre Espósito reflexionaba: “El Señor siempre nos invita”. “El gran problema es que no nos sentamos a orar”.
El catecismo de la Iglesia católica dice que “La oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes”. El padre Héctor nos dice que es necesario discernir: “¿Qué es lo que hago? ¿Cómo lo hago? ¿Qué es lo qeu conviene y qué no?”.
Y luego, con humildad hay que ponerse en manos de Dios y buscar un asesor espiritual. Tengo que tomar la decisión de formarme para orar.
“Dios está siempre disponible para hablar”, dice el Padre Espósito.
“El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento”. “Orar purifica. Orar hace posible la resistencia a las tentaciones. Orar fortalece en la debilidad”.
A medida que experimentos en la oración, va a ir apareciendo la alegría, afirma el Padre Héctor.
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