26/11/2018 Como cada lunes el Padre Mateo Bautista, sacerdote Camilo, Master en pastoral de la salud y Licenciado en Teología Moral y Espiritual, nos acompaña en “Te cuento un cuento para sanar”; en el programa de hoy, charlamos sobre el relato “Cristiano pobre, cristiano rico”.
“Sé rico en tu pobreza, sé pobre en tu riqueza”, luego de escuchar el relato, el padre propuso reflexionar sobre la siguiente pregunta: ¿Cuál es la riqueza que Dios quiere de mi? pensando en el “inmenso océano de gracia que Dios me regala cada día”.
Según el sacerdote, “sé es pobre cuando decimos que no tenemos tiempo: cuando no somos voluntarios, cuando no somos catequistas en un grupo juvenil, cuando no brindamos tiempo a la Iglesia”. “Cuando nuestro corazón se queda en el odio y en el resentimiento, somos miserables”, agregó el Padre Mateo.
“Por ejemplo, si un cristiano tiene una dificultad y dice “¡Ojalá esta navidad se pase rápido!”, le deberíamos responder: ¡Usted es un cristiano miserable! La fiesta de la gracia del nacimiento del Salvador es inferior a su pena. En este caso, esa persona está poniendo su pena por encima del nacimiento del hijo de Dios. Es importante hacer exámenes de conciencia ya que esas actitudes decepcionan la gracia de Dios”, enfatizó el padre Mateo.
“La mayor riqueza de un cristiano es el perdón, pero también el perdón a los enemigos, a aquellos que no se lo merecen o que incluso, no lo piden”, añade el sacerdote. Nosotros, como cristianos, debemos purificar continuamente nuestras intenciones.
Otro ejemplo que expuso el Padre Mateo es cuando decimos o escuchamos decir: “No siento la presencia de Dios en mi vida, no encuentro a Dios en mi sufrimiento”. ¿La gracia de Dios, debe renovarnos, debe convertirnos? La respuesta es sí. El poder de la gracia de Dios es infinita. Muchas veces, nosotros bloqueamos la gracia, ella es como un río en crecida pero nosotros preferimos que no nos moje, situarnos en la montaña para que no nos alcance. Esto nos recuerda a la pregunta que hemos hecho anteriormente: ¿Por qué en el fondo prefiero seguir sufriendo?
El sacerdote camilo detalló aquellas riquezas que no pueden faltar en un cristiano:
1) Es importante tener una profunda experiencia personal de Dios. No se puede hablar de Dios de memoria ni vivir la fe de oído. Debe existir una relación íntima, un encuentro personal.
2) Cuando hablamos de riqueza debemos relacionarla también con las seis dimensiones de la persona.
3) ¿Valoro la redención de Cristo para quitarme la miseria de mi pecado?
4) Como cristiano, ¿tengo a Dios como el Señor de mi vida? ¿O solamente me interesa mi casa, mi auto o lo que los demás digan de mi? En este punto, somos cristianos pobres si pongo a Dios a mi servicio y tiene que cumplir lo que yo le diga.
5) Debemos tener optimismo, alegría, alabanza y confianza a Dios. Es importante ser cristianos agradecidos.
6) Un cristiano debe tener hambre de Dios. Esto significa informanos y formarnos acerca de Dios. Crecer en el conocimiento de Dios es indispensable.
7) Debemos tener hambre de la vida sacramental. Decir: “Señor, te comemos y tú nos das de ti mismo”.
8) Tener una espiritualidad con ojos abiertos. Amar en Cristo a cada persona porque cada persona es imagen de Cristo.
9) Tenemos que ser los mejores ciudadanos de esta tierra.
10) Es importante que seamos desapegados materialmente porque eso nos hace libres.
“Con la gracia e iluminación del Espíritu Santo, podemos ser cristianos riquísimos”, finalizó el Padre Mateo Bautista.
El desafío que te proponemos es no pedirle nada al Señor, solamente decirle: “Señor, danos a ti mismo”. ¿Te animas?
Te invitamos a escuchar el audio completo del programa.
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