21/12/2018 – Los hombres y mujeres de este tiempo nos preguntamos ¿cómo acercarnos a Belén?:
Un hombre y una mujer de Adviento es una persona que tiene los ojos limpios, muy despiertos porque admira, disculpa, está lleno de ternura y comprensión. Acércate a Belén a mirar y a asombrarte. Tiene también unos oídos afinados, muy abiertos, porque escucha con atención, es sensible a la acogida, los gritos de fiesta y los gritos del llanto. Acércate a Belén a escuchar. Es una persona que tiene las manos abiertas, vacías, para acariciar y acercarse con respeto como ofrecimiento de su ayuda. Manos disponibles y serviciales. Acércate a Belén a tocar el cuerpo y la debilidad de un niño. Es una persona con la boca abierta para cantar y admirarse, sus palabras son de aliento y de perdón, y cuando la queja, la dureza y el insulto existen pone chispitas de sonrisa. Acércate a Belén a cantar y bailar de alegría. Es una persona con unos pies capaces de acercase y detenerse junto al otro, y otra, unos pies que buscan, se esfuerzan lo intentan y se cansan. Acércate a Belén, admira y contempla. Es una persona con un corazón de sentimientos, un corazón vulnerable, frágil donde no cabe la indiferencia o el pasar, un corazón que sabe que los latidos de su sangre necesitan la fuerza de la presencia. Acércate a Belén a dejarte querer.
Un hombre y una mujer de Adviento es una persona que tiene los ojos limpios, muy despiertos porque admira, disculpa, está lleno de ternura y comprensión.
Acércate a Belén a mirar y a asombrarte.
Tiene también unos oídos afinados, muy abiertos, porque escucha con atención, es sensible a la acogida, los gritos de fiesta y los gritos del llanto.
Acércate a Belén a escuchar.
Es una persona que tiene las manos abiertas, vacías, para acariciar y acercarse con respeto como ofrecimiento de su ayuda. Manos disponibles y serviciales.
Acércate a Belén a tocar el cuerpo y la debilidad de un niño.
Es una persona con la boca abierta para cantar y admirarse, sus palabras son de aliento y de perdón, y cuando la queja, la dureza y el insulto existen pone chispitas de sonrisa.
Acércate a Belén a cantar y bailar de alegría.
Es una persona con unos pies capaces de acercase y detenerse junto al otro, y otra, unos pies que buscan, se esfuerzan lo intentan y se cansan.
Acércate a Belén, admira y contempla.
Es una persona con un corazón de sentimientos, un corazón vulnerable, frágil donde no cabe la indiferencia o el pasar, un corazón que sabe que los latidos de su sangre necesitan la fuerza de la presencia.
Acércate a Belén a dejarte querer.
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