“Pido una fe ciega en la providencia”, decía el padre Luis María Echetverry

lunes, 18 de marzo de 2019
image_pdfimage_print

18/03/2019 – A partir de este año, en la primera parte del ciclo “Causas de canonización”, contaremos con la actualidad de los procesos de canonización argentinos y latinoamericanos de la mano de la doctora Silvia Correale, postuladora argentina en Roma, quien comenzó presentando la vida del siervo de Dios Luis María Echetverry, “Un sacerdote nuestro, argentino -describió- que vivió profundamente su ministerio sacerdotal, dejando una huella muy profunda en muchísima gente y dando la oportunidad a muchos jóvenes de formarse en la fe”.

Luego, dentro de las novedades, contó que “Este lunes, -refiriéndose al lunes 11 de marzo- se ha atribuido el milagro de Enrique Shaw, lo cual nos alegra muchísimo, y también de otro amigo nuestro que el año pasado hemos hablado que es José Gregorio, que esperamos Dios lo conceda para el pueblo venezolano que camina en medio de tantas dificultades”, señaló.

En este sentido Silvia agregó que “Este año tengo muchas causas argentinas y también latinoamericanas que están en marcha y esperamos llegar a la ceremonia de beatificación”.

“Otra de las novedades -indicó la doctora Correale- tiene que ver también con Venezuela, porque se abrió el proceso de beatificación para la beata Carmen Rendiles, que sería la primera santa venezolana”.

Por otro lado, Silvia Correale, señaló que “En cuanto a la beata Mama Antula, parece que está el segundo milagro, ya ha llegado a Roma y está en medio de la etapa burocrática, de formalidades y sería un logro grande si tuviéramos la canonización, porque tendríamos al santo argentino y la santa argentina”, concluyó.

Vida del padre Luis María Echetverry Boneo

Por otro lado, se incorporan al ciclo, distintos postuladores argentinos y latinoamericanos, que relatarán las vidas de las personas que se encuentran en proceso de canonización. Y en este primer programa del año, invitamos a Monseñor José Bonet Alcón, quien presentó la vida del Siervo de Dios Luis María Echetverry Boneo. Al respecto dijo que “Luis María nació en septiembre de 1917 hace 102 años, él era de una familia muy cristiana, en su niñez adoptó el amor de su madre por la Virgen y de su padre la devoción al Sagrado corazón de Jesús”. “Y a los doce años, él dice a sus padres que tenía ganas de entrar al seminario para ser sacerdote”.

En este aspecto, Monseñor José Bonet destacó que “La familia no actuó en contra de esa vocación, al contrario estuvieron muy alegres”. El postulador recordó que antes de entrar en el seminario terminó el secundario donde le dieron un premio a la caballerosidad y aclaró que “No le dieron la medalla de oro porque no había cursado todo el secundario en ese colegio, esto fue en el año 1935”. “En 1934 había ingresado a la acción católica en la parroquia San Agustín, y en ese mismo año a las conferencias vicentinas, porque él entendió que toda necesidad material necesitaba de una necesidad espiritual que requería satisfacer”, señaló Monseñor José Bonet.

“Finalmente ingresó en el seminario en el año 1936”, indicó su postulador, quien completó diciendo que “Luis María Echetverry también viajó a Roma para su formación en el Colegio Pio Latino Americano y también en la Universidad Gregoriana”.

En cuanto a cómo vivía su espiritualidad, Monseñor José Bonet recordó que “Tenía sus cuadernos espirituales y semanalmente le escribía a su familia”. “Mostraba el anhelo de ser santo -completó- buscaba permanentemente la santidad, tratando de unirse a Jesucristo permanentemente, unirse a Jesucristo todos los días, buscando a Jesucristo en todo”, describió.

“Su propia vida la ofrecía por la paz del mundo, por la conversión de determinadas personas”.

Monseñor Bonet relató que “Fue ordenado sacerdote en 1941 y en sus vísperas, él le dice a la Santísima Virgen que será un día muy transcendental para la Gloria de Dios y muchas almas”, acertó.

<Pido una eficacia ciega en la providencia, una eficacia ciega en la Eucaristía, una fe ciega en el auxilio de la Virgen y de los medios sobrenaturales>.

Finalmente, Monseñor Bonet contó que el padre Luis María Echetverry también decía:

<Y es cierto que tu Jesús, Padre Celestial, dispondrás de todo, para que siga el camino espiritual que para mi deseáis. Todo en mi ministerio será tu gracia, tu sabiduría, tu bondad, porque en cuanto a mí, será necesario, que me tengas siempre en tus brazos, Padre eterno, dentro de tu corazón, Jesucristo, bajo el influjo continuo de tu luz y la fuerza del Espíritu Santo, en tus brazos también Madre, Santísima Virgen, Concédeme Trinidad santa que sea totalmente y enteramente tuyo de pensamientos, de juicios, de afectos, tuyo siempre…>, concluyó Monseñor José Bonet Alcón, postulador de la causa.