Una luz que transforma

miércoles, 15 de mayo de 2019
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15/05/2019 –

Catequesis en Un minuto

Miércoles de la IV semana de Pascua

Jesús exclamó: “El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió.
Y el que me ve, ve al que me envió.
Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.
El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día.
Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar;
y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó”.

San Juan 12,44-50.

Dice Jesús: El que cree en mí vivirá en la luz, como iluminado por la presencia de mi amor que transforma y hace nuevas todas las cosas. La luz es signo de la transformación que la persona realiza en su camino interior.

Decimos que una persona irradia luz cuando hablamos de alguien que tiene verdaderamente vida en su corazón fruto de un camino de transformación. Por eso la luminosidad de la que habla Jesús a partir de la creencia en su Palabra es la que viene como fruto del desarrollo de un camino interior donde el Señor verdaderamente nos transforma, nos hace nuevos.

La vida espiritual es un camino en este sentido. Un camino interior que apunta a transformarnos siempre y constantemente. En la vida del Espíritu nos abandonamos en el Dios que da la vida, quien quiere desarrollar en nosotros su luminosidad por medio de un camino de transformación constante.

La vida interior está llamada a ser una usina donde se genere la luz que necesitamos para caminar.

Cuando estamos opacados en el camino de la vida por un cierto decaimiento, depresión, tristeza, agobio, preocupación, falta de horizonte, sin sentido es como que se desvanecen las fuerzas que por dentro nuestro traen la posibilidad de generar en el camino entusiasmo, buenos deseos, vida que transforma, luminosidad. El camino interior es un camino que pone luz en nuestro andar.

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