06/06/2019 – En un mundo cada vez más intercomunicado, paradógicamente las personas, y sobretodo los jóvenes, sufren la soledad y la falta de espacios donde ser escuchados. A la hora de descubrir y concretar el propio proyecto de vida, los adolescentes y jóvenes necesitan la presencia de personas maduras con quienes compartir sobre la vida. Esa necesidad se profundiza cuando se busca discernir el proyecto de vida a la luz de la fe, intentando descubrir los caminos de Dios en la propia existencia.
La Iglesia desde hace tiempo propone los espacios de acompañamiento espiritual para este fin. ¿Qué es y qué no es? ¿para qué sirve y en qué ayuda a la vida del cristiano? lo conversamos junto al jesuita Emmanuel Sicre.
“Al crecer necesitamos un apoyo, una guía, alguien que nos ayude a reflejar cómo estamos creciendo” comenzó diciendo el joven jesuita.
Hay un concejo que da Ignacio de Loyola, y dice que el mal espíritu cuando nos pasan cosas que no nos gustan procura que no hablemos, que lo callemos.
El acompañamiento espiritual, explicó, es un proceso que se da en ámbitos de la Iglesia, donde se da una charla personal que me ayuda a constatar cómo voy creciendo y cómo ir descubriendo qué es lo que Dios me va pidiendo en la vida. Se recomienda hacer con alguien de mayor experiencia, y como dice el P. Jalics, el acompañante tiene 3 tareas: escuchar, escuchar y escuchar. Se trata de ponerse en una escucha empática que me pone en los zapatos del otro. Es escuchar con todo el corazón, el alma y el cuerpo, y en esa capacidad de recibir al otro como viene le permite al sujeto en sus propias palabras encontrar aquello que anda buscando.
Un buen acompañante no es el que da muchos consejos, sino el que escucha y permite descubrir en las propias palabras del otro, las respuestas que necesita. Además, el acompañante, ayuda a ir descubriendo las pistas que el Señor nos deja en el camino para descubrir su voluntad.
“El acompañamiento es una realidad eclesial, y es necesario para poder crecer en lo personal y también comunitariamente” explicó. “Vayan, toquen el timbre de la parroquia y pregunten cómo hago para acompañarme espiritualmente”, invitó.
Dejarnos acompañar es la clave. El P. Emma @esicresj nos dice:#LaNocheJoven por @RadioMariaArg Seguinos por Youtube: https://t.co/co8yanvfj4 pic.twitter.com/TKfKCjFOMh — Radio María Joven (@radiomariajoven) June 6, 2019
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View this post on Instagram El acompañamiento espiritual y el terapéutico no son caminos opuestos sino que pueden complementarse para darle a la persona una visión más integral de sí mismo y de sus posibilidades. ?✨ Si aún no lo leíste, aquí puedes acceder al documento Final del Sínodo de Jóvenes https://escuchando.lat/ A post shared by escuchando.lat (@escuchando.lat) on May 29, 2019 at 12:42pm PDT
El acompañamiento espiritual y el terapéutico no son caminos opuestos sino que pueden complementarse para darle a la persona una visión más integral de sí mismo y de sus posibilidades. ?✨ Si aún no lo leíste, aquí puedes acceder al documento Final del Sínodo de Jóvenes https://escuchando.lat/
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En compañía del Padre Hernán Ceballos, seguimos caminando con alegría el descubrimiento de lo que nos fue regalado durante la JMJ Panamá 2019. El Papa Francisco en el vía crucis invitó a acompañar el sufrimiento y la soledad. Ese camino del vía crucis que hizo Jesús, también es un camino de sufrimiento y soledad que llevan muchos jóvenes. Nosotros podemos hacer algo.
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