22/10/19- Según una encuesta la Argentina se ubica entre los países que tienen una visión más negativa de la inmigración. Sólo el 10% considera que la llegada de extranjeros tiene un impacto positivo. Son muchas las personas que no son simpatizantes de personas extranjeras en sus países y ciudades, otras que sí. Por eso nos preguntamos: ¿Qué nos pasa con el migrante?; ¿Es el extranjero una amenaza?.
Corina Lang es doctora en psicología y especialista en diversidad e integración de población vulnerable; nos acompaña los días martes en el ciclo “Hacia una cultura del encuentro”.
“La palabra extranjero viene de extraño o fuera de. Lo extranjero no sólo es un ser humano que cambia de país. Hoy en la era de la globalización la migración es inmensa y permanente. Migrar implica un desarraigo. Cuando trasplantamos una planta, no es inocuo ese transplante: puede sufrir la raíz, hay una desprogramación y desorientación. La planta va a una nueva tierra; esa tierra al recibir algo nuevo se tiene que rearmar y hacer lugar.”
Migración y prejuicio
Recibir al extranjero requiere un trabajo interior y comunitario. Muchas veces nos preguntamos si el migrante es bueno o malo, si nos viene a sacar nuestro lugar, que derechos darles o no , pero más allá de eso debemos plantearnos que es lo que el migrante siente como una amenaza. Una amenaza por la perdida de sus raíces y de su ser. Esto se agudiza si la migración no ha sido una decisión voluntaria.
¿Cómo es el mundo emocional de un migrante y refugiado?
Hay cuatro momentos que podemos distinguir:
-Shock: no entiende, no conoce.
-Duelo: por lo perdido, por lo que ya no se tiene.
-Puede convivir con la nueva escena.
-Aceptación.
“Recordemos alguna circunstancia donde tuvimos que migrar: un cambio de colegio, un cambio de casa y barrio, un cambio de provincia, ingresar a una nueva familia como esposo/a o como novio/a, cambiar de trabajo; estas son migraciones que conllevan en mayor o menor medida este tranplante. Recuerden cómo se sintieron en ese nuevo lugar, que temores tenían, como se sentían.”
¿Qué dice la Palabra de Dios?
“Cuando un extranjero resida en la tierra de ustedes, no lo maltraten. Si un extranjero se instala en la tierra de ustedes, será como un nativo más, y lo amarás como a ti mismo, porque también ustedes fueron extranjeros en la tierra de Egipto; Yo soy el Señor tu Dios”.-Levítico 19:33-34
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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