17/12/2019 – El Papa Francisco eliminó el secreto pontificio de las denuncias, los procesos y las decisiones que afectan a los casos de abusos sexuales.
Así se ha establecido mediante la Instrucción “Sobre la confidencialidad de las causas” difundida este martes 17 de diciembre.
Además, el Papa Francisco también decidió que se considerará delito de pornografía infantil por parte de un clérigo “la adquisición o posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de 18 años”. Hasta ahora, se consideraba pornografía infantil la posesión de material pornográfico de menores de 14 años.
Se trata de una modificación de las Normas Sustanciales del Motu Proprio “Sacramentorum Sanctitatis Tutela”, de San Juan Pablo II, del 30 de abril de 2001”, que entrarán en vigor el 1 de enero de 2020.
En la Instrucción se concreta que “la exclusión del secreto pontificio también subsiste cuando tales delitos hayan sido cometidos en concomitancia con otros delitos”.
La Instrucción también subraya que “la información se tratará de manera que se garantice su seguridad, integridad y confidencialidad” “con el fin de proteger la buena reputación, la imagen y la privacidad de todas las personas involucradas”.
Sobre esta nueva disposición dialogamos con Monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, y miembro de la Comisión Episcopal para la protección de los menores y las personas vulnerables.
Al respecto, Monseñor Buenanueva sostuvo: “Es (una noticia) realmente histórica. Los delitos en contra de la integridad sexual de las personas están poniendo de cabeza todos los derechos penales, no solo la Iglesia. Hay mucha efervescencia, mucha redefinicion y eso es bueno”.
El prelado explicó que, “el Secreto Pontificio es una instancia, un instituto jurídico que protege la confidencialidad de los procesos canónicos. También rige otros procesos, por ejemplo, los de nulidad matrimonial. Este secreto es el que tiene el mas alto nivel jurídico en la Iglesia por eso solo el Papa podía dar permiso de levantar el Secreto Pontificio. Es algo algo similar al secreto sumario que rige los procesos civiles y penales de la justicia secular”.
Para el Obispo de San Francisco “hasta hoy, que regía el Secreto Pontificio, se hacía de el una interpretación maximalista. Por ejemplo, y de eso dan cuenta los documentos hoy aprobados, sacando una conclusión que es totalmente fuera de lugar que es imponerle un secreto indebido a las personas de no hablar con nadie de este tema. Los destinatarios de esta imposición son las victimas y quienes denuncien. Eso ya estaba mal antes, no se tenía que hacer o impedir que se colaborara con la justicia”.
Finalmente, Monseñor Buenanueva consideró que “al levantarse el Secreto Pontificio los procesos están mucho mas expeditos y la transparencia es mucho más clara”.
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