Las consecuencias del narcotráfico en Rosario

lunes, 20 de enero de 2020
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20/01/2020 – La violencia en Rosario suma este año 17 asesinatos. Los últimos dos homicidios presentaron contundentes señales de los ajustes de cuentas relacionados con el narcotráfico, ya que las víctimas fueron acribilladas por sicarios.

Esa curva ascendente de muertes representa allí, como en ningún otro lado, la lucha por el control de los millones y millones de pesos que genera o que mueve el narcotráfico, y su cultura de muerte.

La venta minorista de drogas reparte en Rosario una ganancia anual de 3500 millones de pesos, cifra que representa el 8 por ciento del negocio narco estimado en el país.

Ese volumen del movimiento económico ilegal puede determinarse con el cruce de informes, realizados por la Sedronar, sobre uso de sustancias psicoactivas y características de los consumidores.

Esos 3500 millones de pesos que los consumidores rosarinos dejan cada año en manos de bandas de narcotraficantes como “Los Monos” y otras similares son el botín en disputa en medio de las balaceras.

En ese contexto aparecen los asesinatos que llaman la atención nacional en estos días.

La lucha por territorios de venta de droga tiene directa vinculación con la dimensión del mercado de consumo. Y, lamentablemente, la tendencia de consumo de sustancias psicoactivas señala que la demanda de marihuana y cocaína seguirá alta.

Carlos del Frade, es periodista, escritor y político. De origen rosarino, Del Frade también es diputado provincial por el Frente Social y Popular en la Provincia de Santa Fe y es conocido por sus investigaciones acerca del narcotráfico y las mafias en su provincia

En diálogo con nuestra emisora, Del Frade sostuvo: “Lo que estamos viendo hoy son pandillas que dirimen el territorio de los barrios con la complicidad policial manejados por chicas y chicos de entre 21 y 22 años. Mientras más jóvenes, más feroces. La muerte es una circunstancia más para ellos”.

Respecto a lo que se puede hacer para alejar a los jóvenes del mundo de las drogas, el especialista aseguró que “hace falta trabajo, educación, deportes para que el pibe pueda elegir entre la droga, las armas y otra cosa. Como padres tenemos que construir una caja de herramientas culturales que los haga libres y comprometernos políticamente con el lugar donde vivimos”.