22/04/2020 – La semana pasada, en un artículo que escribió para la Revista Vida Nueva, con el título “Un plan para resucitar de la pandemia”, el Papa Francisco dijo que este es el tiempo propicio de animarnos a una nueva imaginación de lo posible con el realismo que sólo el Evangelio nos puede proporcionar”.
Dirigiéndose a los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los albañiles, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado a niños, ancianos, enfermos, el Papa dijo que a estas personas las cuarentenas se les hacen insoportables, porque no pueden salir a trabajar, y dijo que; tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan; un salario universal capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana que dice ningún trabajador sin derechos.
Para analizar esta propuesta del Papa, para ver si es posible aplicarla en la complicada situación del mundo y de Argentina en particular, en Radio María Argentina dialogamos con Agustín Salvia, sociólogo, doctor en Ciencias Sociales y director de Investigación del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina.
Salvia explicó: “El valor que propone el Papa es que, todo trabajador, toda persona que realice una actividad creativa en el mundo, no importa si esta actividad tiene valor en el mercado, tiene derecho a un salario digno, a derechos laborales. Esto lo ha retomado también la Organización Internacional del Trabajo y lo ha llamado formalmente “trabajo mínimo garantizado” y que los Estados deberían mutar entre los sistemas de seguridad social de transferencia de ingresos hacia dotar a la población de un trabajo mínimo garantizado, de u trabajo que tenga un valor social y que sirva al cuidad de las personas, del medioambiente, del desarrollo de la tecnología, cuando plantan árboles en un barrio, cuando cuidan a los ancianos, cuando realizan estas actividades comunitarias, todo esto es valor social que no reconoce el Mercado y el Papa convoca a garantizar un salario mínimo a todas esas actividades”.
El especialista remarcó que, “lo que se estaría convocando acá, que sería la innovación, sería algo a gran escala en donde hoy, la población pobre estaría siendo atendida o apoyada no para asistirlos en la pobreza sino para que salgan de la pobreza creando trabajo, donde el mercado no crearía trabajo. Este es un valor adicional porque además sería crear valor, crear riqueza, que nuestro PBI incluso crezca. Estamos creando trabajo, estamos creando valor, estamos creando riqueza y, a cambio, esta parte de la población recibiría un trabajo digno”.
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