29/12/2020 – Esta semana finalizamos el ciclo “Caminando con María” junto al padre Francisco Palacios.
“Siempre donde está María hay buenas noticias”, comenzó diciendo el padre Francisco.
Los expertos en Sagradas Escrituras dicen que el texto mariano más antiguo en el Nuevo Testamento se halla en la carta a los Gálatas: “Llegada la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer… y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.” (Gal. 4, 4-5).
Este texto nos lleva a entender dos cosas cruciales: la entrada del Eterno en el plano de la humanidad, y la entrada de María en el plan salvífico de Dios.
María aparece siempre como misionera. El texto presenta a Cristo como el Grande, enviado por Dios. El verbo “envío” es el típico término que indica una misión; describe con la mayor claridad al Hijo como apóstol del Padre.
Es maravilloso que María aparezca en la historia de la salvación tan íntimamente asociada con el Gran misionero, como para resaltar que el aspecto primordial de su imagen maternal es precisamente el de la misión. De hecho, hay varios pasajes de la escritura que muestran la función misionera de María en forma más concreta.
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota
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