26/04/2021 – “Vivimos para esa noche” decía el beato Carlos Manuel “Charlie” Rodríguez refiriéndose a la noche de la Vigilia Pascual. Fue un iluminado por su fe en la Resurrección y su amor profundo al Misterio Pascual.
Al cumplirse 20 años de su beatificación, en “Historias de santidad”, conocimos la vida y obra del primer laico puertorriqueño elevado a la gloria de los altares.
Su lucha por la renovación de la liturgia, en aquellos tiempos poco entendida por los fieles, fue una de sus labores más importantes, ya que fue una de las voces más influyentes en lo que ahora se le conoce como el Concilio Vaticano II, por lo cual se le considera apóstol pre-conciliar de lo que vino a ser el Sacrosanctum concillium. El beato insistía activamente en modificar la liturgia para promover una participación mayor de los fieles, y para que fuera mejor entendida por ellos, ofreciéndola en el lenguaje vernáculo.
Su misión se centró en la educación y en la promulgación de la fe mediante publicaciones propias, para las que invertía todo su dinero. Todo eso lo hacía mientras batallaba contra una terrible enfermedad que eventualmente se convirtió en cáncer.
San Juan Pablo II lo beatificó el 29 de abril de 2001. En su homilía expresó: “Él puso de relieve la llamada universal a la santidad para todos los cristianos y la importancia de que cada bautizado responda a ella de manera consciente y responsable. Que su ejemplo ayude a toda la Iglesia de Puerto Rico a ser fiel, viviendo con firme coherencia los valores y los principios cristianos”.
El beato Carlos Manuel, “Charlie” como lo llamaban sus amigos y su círculo más cercano, nació en 1918 en la ciudad de Caguas, Puerto Rico. Fue un verdadero apóstol entre los jóvenes, además de fundador de un Centro Universitario Católico en el Ateneo de Puerto Rico, al que dedicó gran parte de su tiempo y estudios. Murió en 1963 a los 44 años.
La dra. Silvia Correale, postuladora de la causa de Carlos Manuel, nos brindó una semblanza de este joven laico y cómo vivía su fe. Podés escuchar su participación en el audio al inicio de esta nota.
Para celebrar los 20 años de la beatificación de Carlos Manuel Rodríguez, Monseñor Rubén González Medina, Presidente de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña y Obispo de la Diócesis de Ponce, dedicó unas palabras especiales al Beato tan querido por su pueblo.
Y en el marco de las actividades por este recordatorio, el pasado 9 de marzo la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, luego de una emotiva ceremonia, designó su Biblioteca con el nombre de “Beato Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago” acto en el que estuvieron presentes diversas autoridades de esa Universidad y del ámbito eclesial.
La figura del beato Charly es una figura llena de alegría y esperanza, la de un hombre joven, con su chaqueta y corbata, sonriente y cuya imagen ha quedado grabada en el corazón de quienes lo conocieron y que dan testimonio de cómo era él.
En esa ocasión, Monseñor Álvaro Corrada del Río, Obispo Emérito de Mayagüez, compartió sus recuerdos y sensaciones al momento de conocer al beato quien tenía “una gran debilidad física de pero de una enorme fortaleza espiritual”:
El beato Carlos Manuel vivió el Evangelio con alegría y esperanza; se hizo testigo de una Iglesia en salida misionera y se adelantó a nuestro tiempo. Así es protagonista, modelo y testigo para jóvenes y profesionales que buscan a Jesús y quieren renovar a su Iglesia con espíritu sinodal misionero.
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