30/09/2021 Continuamos esta semana adentrándonos en el Documento Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, y lo hacemos junto al padre Javier Soteras en “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”.
El punto 13, del Capítulo 2º del Documento, nos habla del carácter Universal por lugar de pertenencia y oficio:
“En virtud de esta catolicidad, cada una de las partes colabora con sus dones propios con las restantes partes y con toda la Iglesia, de tal modo que el todo y cada una de las partes aumenta a causa de todos los que mutuamente se comunican y tienden a la plenitud en la unidad“.
Al respecto, el padre Javier dijo, en cuanto a los modos de celebrar de la Iglesia, que en las distintas expresiones de iglesias particulares en la historia han surgido diferencias: “A estas iglesias, las preside Pedro y lo hace desde un lugar en el cual, esas diferencias se van limando”, agregó y sumó que, en los diferentes rituales, el Concilio reconoce que ha habido en las diferencias, la unidad que establece Pedro, el que marca la ‘común unión‘.
Para fortalecer lo leído en este punto, el Director de Radio María citó el Catecismo de la Iglesia Católica desde los puntos 1200 al 1206:
“Desde la primera comunidad de Jerusalén hasta la Parusía, las Iglesias de Dios, fieles a la fe apostólica, celebran en todo lugar el mismo Misterio pascual. El Misterio celebrado en la liturgia es uno, pero las formas de su celebración son diversas” (CATIC 1200).
En el punto 14, de este mismo capítulo, la Constitución Dogmática Lumen Gentium expresa: “El sagrado Concilio fija su atención en primer lugar en los fieles católicos. Y enseña, fundado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación. El único Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a todos nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia. El mismo, al inculcar con palabras explícitas la necesidad de la fe y el bautismo (cf. Mc 16,16; Jn 3,5), confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como por una puerta. Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella”
Sobre lo anterior, el padre Javier reafirmó: “Cristo es el que salva, pero la Iglesia es Cristo, y la Iglesia es Pueblo, por lo tanto, nadie se salva si no está en un Pueblo” y señaló: “Jesús se hace uno con el pueblo al que convoca, pero el Pueblo es Jesús y Él está en el Pueblo, de manera que el misterio de la Salvación se da en ese Pueblo”.
El padre Javier Soteras nos acompaña en este espacio
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota
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