22/08/2022 – En el “Diálogo de Hermanos”, el rabino Marcelo Polakoff y el padre Javier Soteras hablaron de cómo peregrinamos en la vida. La amena charla se inició desde la lectura sagrado del libro del Génesis en el capítulo 12, versículos 1 al 4: “Yavé dijo a Abram: Deja tu país, a los de tu raza y a la familia de tu padre, y anda a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. En ti serán bendecidas todas las razas de la tierra. Partió Abram, tal como se lo había dicho Yavé, y Lot se fue también con él. Abram tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de Jarán”.
El rabino de la comunidad judía de Córdoba comenzó expresando: “Es extraña la traducción que leyeron recién porque en nuestra tradición no se suele hablar de “raza”, como si lo hacen ustedes, los cristianos. En nuestra tradición hablamos de “familia” en el sentido literal. En la Torá, el primer peregrino fue Caín, pero no tiene mucha prensa porque no se portó muy bien que digamos. Peregrino es sinónimo de errante. Pero en este texto se presenta a Abram como un modelo de peregrinar mucho mejor que Caín”.
“Pero antes de llegar a este texto del Génesis en el capítulo 12 con el surgimiento del monoteísmo religioso junto a Abram, hay otro tipo de peregrinación que fue el relato de la Torre de Babel. Esto fue reflejo de una primera humanidad, con unos 70 personajes de lugares distintos, peregrinan obligados por Dios que busca horizontalizar y dispersarlos, haciéndolos hablar distintas lenguas. Estas son las dos peregrinaciones que fueron preludios en la Torá de la significativa peregrinación de Abram”, agregó Marcelo.
El director de Radio María Argentina, por su parte, manifestó que “en el libro de los Hechos de los Apóstoles a los discípulos de Jesús se los reconoce como los “del camino”. Así fueron llamados los primeros cristianos. Y el mismo Jesús se autodenomina, en el capítulo 14 del evangelio de san Juan, como el camino”. El padre Javier dijo además que “esto significa que Cristo es el enviado, el mesías. Los lugares de donde venimos nos permiten encontrar la nomenclatura, la forma de autorreferirnos si hacemos un recorrido por esa biografía. Y la biografía de Jesucristo está marcada por el peregrinar”.