09/05/2023. El espacio compartido de cada martes en Bienaventurados, es una invitación a crecer en la fuerza voluntaria de la mano de los testimonios que en diferentes lugares de nuestro territorio le ponen cuerpo y corazón al servicio. Cada semana tiene el objetivo de poner en valor un aspecto del camino del ser voluntario en la Obra de María.
María nos educa en la pobreza según el proyecto de Dios, ese fue el eje de este encuentro. Vivir en la pobreza es vivir austeramente con lo que hace falta para que uno pueda estar libre de corazón y así la voluntad de Dios operar en plenitud. El secreto de la pobreza del corazón de María es Dios.
Como ella estamos invitados a pensar nuestra vida desde aquella bienaventuranza que dice: “felices los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos”. Lc 6,21. Cuando hay verdadera pobreza de corazón se comparte y se anticipa el Reino, y ese fue el testimonio de Fanny Y Simón, oriuendos de la localidad de San Ramón de la Nueva Orán.
Un matrimonio de 40 años de casados, 5 hijos y varios nietos, de una gran fecundidad en el servicio marcada por diversos espacios pastorales en los que han dejado huella y que hoy los encuentra sirviendo, cocinado y compartiendo la vida junto a los hermanos del basural pertenecientes al proyecto Alabado seas, mas puntualmente a la comunidad que allí viene caminando y creciendo en el horizonte de ser cooperativa.
Ellos nos educan con su vida y su entrega, sabiendo que el mayor tesoro que llevan entre sus manos es el amor hecho vida y experiencia de un Dios presente que los encuentra en la misión de anunciarlo.