La fidelidad creativa es recrear el amor

lunes, 26 de mayo de 2025

26/05/2025 – ¿Creés que la fidelidad es quedarse quieto? ¿O, por el contrario, implica un dinamismo constante? «La fidelidad no es estar quieto«, nos asegura el padre Pablo Savoia, rompiendo con la idea de que ser fiel es ser inamovible. Para este licenciado y profesor en teología dogmática, técnico en comunicación y evangelizador digital, la fidelidad es «poder recrearnos en el camino», una actitud esencial para los peregrinos de esperanza que somos.

En este nuevo encuentro de nuestro ciclo «Peregrinos de Esperanza», en consonancia con el tiempo pascual y en el marco del Jubileo de la Esperanza, el padre Pablo Savoia nos invita a reflexionar sobre la profunda conexión entre la fidelidad y la esperanza.

El padre Pablo nos comparte una anécdota personal sobre su ingreso al seminario en 1999, cuando un anciano sacerdote le entregó una tarjeta con una única frase: «Que seas fiel». En ese momento, la fidelidad le parecía un buen deseo, pero con el tiempo y las crisis, comprendió que no se trata de inmovilidad, sino de la capacidad de recrear el amor para mantener viva la esperanza. Lo compara con el amor en el matrimonio: después de años, el amor no es igual, sino más profundo, y requiere recrearse constantemente.

Un punto crucial que el padre Savoia subraya es la distorsión de pensar que ser fiel a Jesús significa estar siempre igual. Critica la postura de algunos católicos que defienden una «inmovilidad» y se vuelven agresivos al hacerlo, como si el cristianismo fuera un museo de fósiles. En contraposición, explica que la Iglesia es un organismo vivo que crece y se vigoriza cuando se abre, con una «fidelidad creativa». El Espíritu Santo, que nos regala Jesús, no solo nos recuerda el pasado y de dónde venimos, sino que también «nos enseñará todo», lo que implica que siempre hay cosas nuevas por aprender. Para el padre Pablo, convertir la fe en una ideología, defendiendo ideas en lugar de vivir un vínculo con Jesús, es un error que obstaculiza la comunicación del Evangelio.

El padre nos ofrece un ejemplo claro de esta fidelidad creativa en la historia de la Iglesia, remitiéndose a la primera gran dificultad: la cuestión de si los no judíos debían convertirse al judaísmo antes de ser cristianos. En el Concilio de Jerusalén, los Apóstoles decidieron no imponer más cargas que las indispensables, guiados por el Espíritu Santo, que les permitió discernir y avanzar en la identidad del cristianismo como una novedad absoluta. Así, la Iglesia ha sido siempre dinámica, enfrentando nuevos desafíos con creatividad y sin aferrarse a estructuras que ya no sirven para comunicar el Evangelio. Como bien lo resume un mensaje de una oyente, la clave es «guardar aquello que aprendimos de Jesús, pero las estructuras no son dogmas».

Finalmente, el padre Pablo vincula directamente la fidelidad con la esperanza, argumentando que solo quien es verdaderamente fiel puede tener esperanza. Quien se aferra al pasado no camina, sino que está anclado. En cambio, quien mantiene el «agua fresca del Evangelio en movimiento» sigue buscando, porque no cree haber encontrado ya todo. La fuerza de esta fidelidad radica en la gracia del Espíritu Santo, sin la cual nuestras buenas intenciones no serían suficientes. Es el Espíritu quien nos permite seguir calmando la sed de tantos que buscan.

Si te interesa seguir profundizando en estas ideas y en otras reflexiones del padre Pablo Savoia, lo podés encontrar en sus redes sociales como: @ppablosavoia en Instagram, TikTok y YouTube.