21/07/2025 – En un nuevo lunes de «Reflexiones para la Semana» nos acompañó Fray Pablo Ureta, carmelita descalzo. En esta ocasión, con motivo de la celebración del Día del Amigo, nos regaló una contemplación ante el Icono del Abad Menas: imagen de arte copto, el arte del cristianismo egipcio, donde se muestra a Jesús caminando junto a Menas -un soldado que se convierte y opta por la vida de monje-.
Fray Pablo compartió la invitación de celebrar la amistad no como un concepto abstracto «sino como una realidad que nos atraviesa a todos y que está profundamente arraigada en nuestro modo de entender la fe cristiana”. Esta idea se expresa en distintos pasajes de la Palabra de Dios, como en Juan 15,15: «no los llamo siervos, sino amigos», dice Jesús.
Así, desde el icono de arte copto que proviene del siglo VII, ayudó a contemplar la amistad de Jesús con una ternura única. “Lo más importante es que además Jesús está abrazando a su amigo, y esta imagen como tal nos ofrece una escena de una profunda carga afectiva: Jesús que apoya la mano sobre el hombro del Abad Menas en un gesto de cercanía, de apoyo, de acompañamiento”.
El ícono también habla de nuestra propia historia, pues en la figura de Menas podemos vernos reflejados. “Cuando uno contempla un ícono en el que alguien está al lado de Jesús, podemos ponernos cada uno y cada una de nosotros. Jesús está y camina junto a su amigo; miran en la misma dirección, y en ese abrazo hay espacio para un tercero: nosotros”, afirmó.
Además, el padre Pablo destacó que la mirada de Jesús y de Menas en el ícono no se centra en ellos mismos, sino que se abre al mundo, como una invitación a comprometerse con los demás. “Quien camina con Jesús se convierte en bendición de Dios para los demás”, señaló, destacando que esta amistad verdadera nos impulsa a salir de nosotros mismos y a abrir el corazón a quienes más lo necesitan.
La reflexión concluyó con una invitación a vivir la amistad con Jesús como una experiencia que transforma el corazón. “Jesús se nos acerca y su cercanía es la que nos va transformando. La mano de Jesús sobre el hombro del amigo es un gesto que se inicia en Él; Él es quien ofrece y llama a su amistad”, reflexionó Fray Pablo, animando a fortalecer la fe y la fraternidad en este camino compartido.
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