La Iglesia en la COP30: un llamado a la acción integral por la Casa Común

jueves, 13 de noviembre de 2025

13/11/2025 – La Conferencia de las Partes (COP 30) en Belém do Pará se ha convertido en un punto de encuentro no solo para delegados gubernamentales, sino también para diversas realidades de la Iglesia, con un enfoque claro en el mensaje de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco. Fabián Campos compartió la satisfacción por el espacio ganado por las instituciones eclesiásticas, subrayando que el trabajo se articula con el objetivo de llevar «un compromiso concreto, real de los países para la reducción de las emisiones de dióxido de carbono». La presencia de la Iglesia busca incidir para que se tomen en cuenta no solo a los estados, sino también a los procesos de la sociedad civil.

Campos recordó la relevancia del legado papal, fortalecido también por el Papa León, citando como antecedente la conferencia «Brindando esperanza» que tuvo lugar en Castel Gandolfo del 1 al 3 de octubre. Dicha reunión, que contó con la presencia del Papa León XIV, conmemoró los 10 años de la publicación de Laudato Si’, una encíclica lanzada en 2015 en un momento clave previo a la Cumbre de París. Aquel documento, esencial para el acuerdo global sobre el umbral de calentamiento, sienta las bases para el trabajo actual. En la COP 30, la delegación de la Santa Sede, presidida por el cardenal Pietro Parolín, subraya la continuidad de este compromiso.

Un momento destacado que ilustra el compromiso de la Iglesia en este foro fue el gesto de la ministra de Ambiente de Brasil, Marina Silva, anfitriona de la COP 30. Campos relató que la ministra invitó a la directora del Movimiento Laudato Si’, Lorna Gold, a hablar sobre la presencia de «uno de los frascos de agua bendita que encontraban ahí en una de las salas y que fue justamente bendecida por el Papa León XIII». Campos resaltó: «creo que ese es uno de los importantes mensajes que trae la iglesia acá, la COP 30, de que todos podemos colaborar y participar».

Sobre los retos de la cumbre, Campos enfatizó que, a 10 años del Acuerdo de París, es imperativo pasar del diálogo a la acción. Recogiendo el enfoque planteado por la ministra Silva, afirmó que la COP 30 «no debe ser solamente ya los procesos de diálogo y de negociación, sino hacer la hoja de ruta para los procesos de acción». El experto señaló dos desafíos principales: concretar la reducción de emisiones de CO2 y avanzar con los procesos de financiamiento climático para implementar medidas de adaptación y mitigación en los países afectados. La interconectividad de la Amazonía y otros biomas también juega un rol central, vinculando el debate al de la biodiversidad.

La Iglesia, a través de Laudato Si’, propone el camino de la ecología integral, un concepto fundamental. Campos explicó que la encíclica nos enseña que «no estamos en una crisis ambiental y una social de manera separada, sino que es una crisis socioambiental». El desafío es «ver la complejidad en la que se encuentra todo interconectado y también dar una respuesta integral». Esto significa, como lo pide el Papa Francisco, «escuchar el clamor de la tierra y el clamor de los pobres de manera conjunta, de manera integrada», abordando la injusticia climática que afecta a los sectores más empobrecidos y al Sur Global.

Ante la falta de cumplimiento de compromisos por parte de algunos estados, Campos llamó a la sociedad civil y la Iglesia a redoblar su labor. «El desafío es justamente que frente a esto nos implica una mayor un mayor llamado de atención para una acción más inmediata y de mayor organización de parte de la sociedad civil», sostuvo. Para quienes deseen sumarse a la conversión ecológica, el referente invitó a buscar el Movimiento Laudato Si’ en redes o en la web. «Todos tenemos algo que aportar», aseguró, invitando a la participación permanente y creativa, ya que esta es una oportunidad para que la Iglesia sea «ese fermento» en el impulso de la ecología integral.

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