Adicciones en jóvenes: “Los adultos estamos en semáforo amarillo”

miércoles, 9 de agosto de 2023
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03/08/23 “Fortalecer a nuestros hijos desde que son muy pequeños es un gran antídoto para los peligros que puedan venir después”. “Si podemos acompañar a nuestros hijos desde la fortaleza y el límite bien entendido, el límite como cuidado, desde el abrazo y la ternura, son herramientas que brindamos a nuestros hijos para enfrentar cualquier problemática, la de la droga, el alcohol o de los problemas emocionales”, dijo María Pía del Castillo, Directora Ejecutiva de la Fundación Padres, con quien dialogamos en el programa “Acortando Distancias”.

¿A qué señales tengo que estar alerta para identificar un consumo problemático?

Señales emocionales y sociales:


●Cambios en sus vínculos: empieza a tener mala relación con quienes normalmente se relacionaba bien. Esto se produce con frecuencia porque prefieren evitar a las personas que podrían plantearles cara a cara la necesidad de que modifiquen ciertos comportamientos. También suelen aparecer nuevas “amistades”.
●Ausencias y desgano: suelen darse en actividades que antes la persona disfrutaba, como reuniones familiares y salidas con amigos.
●Inestabilidad emocional o cambios repentinos en el estado de ánimo: mal humor, irritabilidad, hostilidad, excitación, depresión, ansiedad, falta de voluntad, estado de alerta permanente, ira, tristeza, desgano, dificultad para la concentración, insomnio y cambio de hábitos en el sueño.
●Estados de confusión o de paranoia o de exaltación repentina.
●Guardar secretos: tanto sobre las llamadas telefónicas como respecto a dónde estuvo
●Horarios para dormir irregulares
●Problemas en el trabajo o la escuela: conflictos, bajas en el rendimiento y faltas a clase. Puede darse un abandono de los estudios.
●Relatos que se contradicen: los engaños comienzan a hacerse más visibles. Mentiras, ausencias injustificadas del hogar, cambio en su rutina, conductas extrañas, aislamiento.
●Negarse a reconocer los efectos nocivos del consumo de sustancias.

Prevención

Hay ciertas prácticas y actitudes que como padre podés llevar adelante para ayudar a que tu hijo no caiga en consumos problemáticos:

●Hacé visible con tu ejemplo la importancia de cuidarse: la mejor forma de que los chicos aprendan a cuidarse es haciendo consciente el cuidado de la salud en casa. “Si un papá se cuida con el alcohol que consume, nunca toma alcohol cuando maneja, hace ejercicio físico, se cuida con lo que come, si todo eso es importante en la casa, los chicos entienden entonces que cuidar la salud es valioso y es probable que cuando salgan y alguien les ofrezca un cigarrillo de marihuana o una cerveza sepan decir que no, porque lo aprendieron en casa”.

●Hablá con tu hijo sobre las consecuencias para la salud: es importante hablar sobre la gravedad del consumo de sustancias sin minimizar sus consecuencias. Es clave que los chicos sepan con claridad cuáles son los efectos de consumir alcohol, tabaco, medicamentos, marihuana y cocaína, por ejemplo.

●Acompañalo de cerca: “A un hijo hay que poder verlo cuando llega un sábado a la noche de una salida. No alcanza un WhatsApp que nos diga que está bien en la casa de un amigo. Hay que verlos, tocarlos y olerlos, que el chico sepa que hay alguien que está controlando cuando vuelve a su casa”.

●Fomentá el autoconocimiento vinculado a la autoestima: la autoestima es el sentimiento del propio valor, el respeto por uno mismo. María Pía del Castillo, directora de la Fundación Padres, puntualiza: “Si uno no aprendió a valorarse, a comunicar lo que le pasa, si anda por la vida sintiéndose no valioso, sin límites, esa experimentación puede ser el primer paso hacia otras cosas”, alerta.

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.