17/11/2021 – “Ven Espíritu Santo, río de fuego, torbellino de luz, manantial de vida desbordante, agua viva, fuente de paz. Ven como viendo que renueva, fuerza joven, impulso de vitalidad. Ven con tu luz para que pueda bailar de gozo. Ven, no te detengas, entra en mi vida”. Podemos imaginar al Espíritu Santo como agua que se derrama, que penetra la tierra seca. Jesús prometió torrentes de agua viva. El agua no sirve sólo para limpiar o purificar, sino también para dar vida, para hacer germinar las plantar, para producir frutos. Los profetas habían anunciado: “Brotará un manantial” (Joel 4). El agua prometida es el Espíritu Santo, que brota del costado de Cristo resucitado.
Él nos fecunda de nuevo para que podamos dar fruto abundante. También se lo presenta como una paloma: “Contemplé al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma” (Juan 1) ¿Qué significa la paloma en la Biblia. En Génesis 8 es la paloma que anuncia el fin del diluvio, trae buenas noticias. El Espíritu Santo nos da buenas noticias en el interior, nos da consuelo y esperanza, nos ilumina la mirada para seguir adelante con esperanza, aun en medio de las miserias.
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