Alégrense

miércoles, 22 de junio de 2016
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Zinni

22/06/2016 – El P. Julián Zinni, poeta, músico popular e intérprete dedicado al lenguaje y al cancionero de raíz folklórica del Litoral nos acerca una reflexión en torno a la alegría.

“Hermanos evangelizadores, tenemos buenas noticias y eso es lo importante” comenzó diciendo.  En relación al santoral de hoy, en que se celebra a Santo Tomás Moro, recordó que “fue un verdadero testigo de la alegría y del buen humor, considerado por Juan Pablo II como el patrono de los gobernantes y políticos, porque fue un buen cristiano y un excelente ciudadano que dio la vida a los 57 años”.

Al recibir la visita de su hija, horas antes de su ejecución, le dijo “Ten, pues, buen ánimo, hija mía, y no te preocupes por mi, sea lo que sea que me pase en este mundo. Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor que me puede pasar”.

Además recordó que Santo Tomás Moro, es quien rezaba “Dame, Señor, un poco de sol, algo de trabajo y un poco de alegría”.

 

 

Anunciar con alegría

“El buen humor para el cristiano está fundamentado en el encuentro con Jesús. Toda la exhortación de Francisco, “La alegría del evangelio” lo dice. La verdadera alegría nace del encuentro personal de nuestro hermano Jesucristo quien a través de Él nos dice que es nuestro padre, que nos ama en serio, que cada uno de nosotros es amado y para siempre. Esa es la seguridad que nos da Jesús con su testimonio. Es el resumen que está escrito en las bienaventuranzas de Jesús”. 

El P. Zinni contó que para una ocasión, en tiempos de la Pascua, había un partido de fútbol muy importante entonces me pidieron que fuera breve en la prédica.  Así surgió esta canción:

Alégrense, dice el Señor,

yo estaba muerto y aquí estoy,

alégrense y de corazón demos gracias a Dios.

No tengan miedo,
no tengan miedo,
Jesús murió,
pero está vivo,
pero está vivo,
resucitó.

Vayan y cuenten,
vayan y cuenten,
celébrenlo
murió la muerte,
murió la muerte,
triunfó el amor.

No tengan miedo,
no tengan miedo,
si ustedes son
por bautizados,
por bautizados,
hijos de Dios.

Vayan y cuenten,
vayan y cuenten,
celébrenlo
que Jesucristo,
que Jesucristo
es Hombre y Dios.

Él nos dice alégrense,

yo estaba muerto y aquí estoy,

alégrense y de corazón demos gracias a Dios.

Además, el sacerdote litoraleño habló de la gran “preocupación para quienes nos sentimos contentos, mirar, abrir los ojos y compartir la alegría con los demás. Qué lindo que nadie quede al lado nuestro llorando.

La madre del Señor de la alegría, la madre del resucitado, que ella a quien le llamamos causa de nuestra alegría, que ella con sus ojos de misericordia cubra especialmente con su mirada y con su mirada maternal a aquellos hermanos que están llorando o que están sufren y que necesitan de nuestra solidaridad desde el corazón”.