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28/06/2017- La Asociación Civil Alegría Intensiva es una ONG cuya misión, desde el año 2008, es llevar alegría a niños enfermos hospitalizados, a su entorno familiar y a los profesionales de la salud que los acompañan, utilizando como lenguaje e instrumento principal el arte clown.
El pasado jueves 22 de Junio, Radio María estuvo en comunicación con Mariano Rozenberg, director de la ONG, quien habló acerca de cómo surgió y cómo se lleva a cabo este proyecto que busca mejorar la experiencia hospitalaria a través del arte y en los últimos 9 años a alcanzado a visitar a más de quinientos mil niños hospitalizados.
“Si nos detenemos a ver, en la historia de la humanidad los hospitales han sido pensados fundamentalmente por y para médicos. No para pacientes y menos aún para niños”, dijo Mariano que, durante su experiencia como estudiante de medicina, experimentó la dureza del triángulo enfermedad-niñez-pobreza. A partir de la necesidad hacer algo respecto a esta realidad que miles de niños viven en la Argentina, surgió Alegría Intensiva que hace casi diez años desarrolla programas de payasos profesionales con espectáculos de alta calidad artística con la intención de cambiar el semblante del hospital y convertirlo en un ámbito mas amigable. Además, pone al servicio el centro de formación artística de clown o animación para otras organizaciones o personas que quieran brindar este tipo de acompañamiento a personas enfermas.
“Cuando hablamos de payaso de hospital lo importante que hay que aclarar es que se hace un trabajo profesional, con actores y actrices profesionales con muchos años de formación actoral, en clown o en musica”, aclaró Mariano. Durante las visitas a los hospitales, se recorren diferentes salas de espera, aunque el trabajo medular es en sala de internación. Previa higienización y charla con médicos y enfermeras para ponerse al tanto de los pacientes que se pueden visitar y las precauciones a tener en cuenta, los payasos realizan la llamada “sala social” que consiste en conocer el nombre y la edad, de dónde proviene o quién acompaña acompaña a cada paciente. “La información sobre la vida de cada niño es más importante que su diagnóstico porque permite saber desde dónde comenzar a jugar”, agregó.
Los niños internados, a pesar de tener problemas de salud, no pierden las ganas de jugar, y el lenguaje del clown es muy parecido al lenguaje de la infancia. Por lo cual, entre las ganas de jugar y el lenguaje infantil, se establece una afinidad prácticamente instantáneo entre el payaso y el niño. “Al recibir el permiso de ingresar a la habitación, a partir de algún emergente que los artistas descubren, intentan ponerse al servicio. No hacen algo artístico ya planificado sino que los invitan simbólicamente a jugar a lo que ellos quieren jugar y, así, las salas se transforman, gracias a la imaginación, en canchas de fútbol, patio de colegio o salas de juego”, dijo el director.
El testimonio de amor y de compromiso con la vida de Alegría Intensiva se ve reflejada en estos payasos profesionales que saben manejarse en un cuarto de hospital y que saben ponerse al servicio para que los niños vuelvan a jugar y sonreír, y para que cada encuentro sea único e irrepetible. “Cuando logramos mejorar el ánimo de un niño es un viento a favor. Sabemos que no va a suceder ni tiene por qué suceder en cada cuarto del hospital, pero realmente sentimos que vamos por muy buen camino”, dijo Mariano.
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