14/02/20- Día a día aparecen nuevos planes alimentarios que proponen formas milagrosas para “alcanzar el cuerpo deseado”. Para no caer en engaños es importante conocer las diferencias entre una alimentación saludable y este dietas restrictivas.
La alimentación debe constar de hábitos saludables que representen un comportamiento beneficioso y sostenible en el tiempo. El cambio en la alimentación tiene que ser permanente, no eventual ni con el único objetivo de descender rápidamente de peso.
La alimentación saludable (en el contexto de una vida saludable), previene la aparición de enfermedades por exceso y por carencia nutricional, permite el disfrute del alimento consumido socialmente y establece hábitos familiares y comunitarios.
Pero por muchas razones, estamos inmersos en un ambiente obesogenico (alta ingesta calórica, comida chatarra, ayunos prolongados, alto consumo de harinas refinadas y azucares simples en postres y en bebidas, elevado consumo de alcohol)… y sedentarismo en contraposición con la exigencia social de un cuerpo esbelto vinculado al éxito mas que a la salud.
La obesidad va en aumento pandémico, pero la percepción de obesidad aun con peso adecuado es cada vez más frecuente, y promueve la aparición de dietas restrictivas sin fundamento científico, sin solución de continuidad, que generan efecto pendular en el peso y perjudican a los tejidos corporales.
Esas variaciones estacionales (descenso en verano y aumento en invierno) son más riesgosas que el sostener el peso elevado, y mucho más riesgosas que el cambiar definitivamente los hábitos hacia lo saludable
Constantemente aparecen dietas con distintas versiones renovadas, que muchas veces son adoptadas sin control profesional o sin tener en cuenta la individualidad de los pacientes. Cualquier programa de descenso de peso resulta atractivo ya que va de la mano con promesas de logros inmediatos. Esto puede producir desde daños metabólicos (más o menos reversibles) y hasta un impacto psíquico.
Se comercializan y difunden infinidad de dietas restrictivas de muy bajas calorías.
Todas las dietas desbalanceadas bajas en calorías poseen un desequilibrio de macronutrientes, que puede causar un desbalance de micronutrientes.
Podés escuchar el abordaje completo de la Lic. Laura Nores haciendo click en la barra de audio debajo del título.
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