11/04/2018 Hermoso cuento que nos ayuda a reflexionar sobre el sentido de nuestra vida
El árbol quería ser eterno y florecía primavera tras primavera con toda su fuerza y toda su ilusión.
Daba hojas y flores, frutos y sombra.
Pero también veía que sus hojas eran cada vez menos y sus flores menores y sus frutos escasos. Y temía por su mortalidad.
Un día, le preguntó al jardinero cómo hacer para no morir nunca. El jardinero le dijo:
«Yo te puedo enseñar la manera de ser inmortal.»
«¿Y cuál es?» respondió impaciente el árbol
«Será una manera algo algo dura para ti-dijo el jardinero- pero es segura»
«Estoy dispuesto a todo para alargar mi existencia» aseguró el árbol.
El jardinero entonces cortó el árbol. Entregó su madera al carpintero.
El carpintero hizo tablones y postes. Con los tablones y los postes se construyó un puente sobre el río.
Y por muchos años la gente seguirá pasando por él.
«Si el grano de trigo no muere no da fruto» Juan 12, 24
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