27/03/2025 – En el espacio “Testimonios de Esperanza”, Silvia Gismondi de Gobernador Buratovich (Buenos Aires) y Alejandra Cabrera de La Rioja compartieron sus testimonios como integrantes del proyecto “Belén Nazaret” que la Obra de María desarrolla en distintos puntos del territorio nacional. “Tener un hijo es una gran responsabilidad y un enorme compromiso. Lo digo como mamá y por eso me sumo a la Obra de María en Belén Nazaret porque creo que desde el amor todo se puede, como lo hizo la Madre de Jesús. Nosotras comenzamos con este servicio casi sin darnos cuenta, ayudando a una adolescente embarazada. Desde una reunión de difusores en Buratovich surgió esto como un acompañamiento personalizado a esta joven mujer en su proyecto de maternidad”, indicó Gismondi. “Fuimos paso a paso hasta que después pusimos más voluntad e hicimos pie dentro del ámbito eclesial”, agregó. “Decir si a esta Obra nace del Fiat de María, tan repleto de amor. Ella también necesitó un abrazo y un poco de contención. Ver a estas chicas que son madres es como ver a María en el pesebre de Belén”, expresó Cabrera sobre lo trabajado en la comunidad riojana. “Nos reunimos en el albergue de un hospital local, muchas de estas jóvenes vienen del interior y están muy solas. Inmediatamente nos dicen que se sienten mejor”, añadió Alejandra, quien detalló con ejemplos lo que es el proyecto de Belén Nazaret en La Rioja.
La instauración del 25 de marzo como Día del Niño por Nacer surgió como una iniciativa para resaltar el valor de la vida prenatal. Desde 1999, diversos países han adoptado esta conmemoración para promover la protección desde la concepción, como Guatemala, Chile y Perú, que reconocieron la relevancia de la fecha y la incorporaron en sus calendarios oficiales. La elección del 25 de marzo no es casual; coincide con la festividad cristiana de la Anunciación, que celebra la concepción de Jesús, reforzando el vínculo entre la fecha y la valoración de la vida desde su inicio. Afirma la exhortación apostólica del Santo Padre Francisco “Amoris laetitia”: “La familia es el ámbito no sólo de la generación sino de la acogida de la vida que llega como regalo de Dios. Cada nueva vida nos permite descubrir la dimensión más gratuita del amor, que jamás deja de sorprendernos. Es la belleza de ser amados antes: los hijos son amados antes de que lleguen. Esto nos refleja el primado del amor de Dios que siempre toma la iniciativa, porque los hijos son amados antes de haber hecho algo para merecerlo. Sin embargo, numerosos niños desde el inicio son rechazados, abandonados, les roban su infancia y su futuro. Alguno se atreve a decir, casi para justificarse, que fue un error hacer que vinieran al mundo. ¡Esto es vergonzoso! ¿Qué hacemos con las solemnes declaraciones de los derechos humanos o de los derechos del niño, si luego castigamos a los niños por los errores de los adultos?”.