Caminar lo imposible en lo posible de todos los dias

jueves, 18 de agosto de 2011
image_pdfimage_print
 

 

Regalándole a San Ignacio el Señor a partir de ese acontecimiento doloroso de su enferrmedad en la pierna descoyunturada la posibilidad de encontrarse con la vida de Cristo,con la vida de santos que presentan y que fueron regalándoles mociones interiores que en aquel reposo despertaron vida nueva escondida en lo más profundo de su corazón.

La pregunta de Ignacio de donde es que Dios esrtá presente que fue surgiendo en lo más hondo de su corazón lo siguió buscando por fuera por eso se hizo peregrino hacia Jerusalén había que hacer hasta que fue encontrando que no era por fuera donde había que buscarlo al Señor sino por dentro dejándose llevar por las inspiraciones y mociones interiores que va descubriendo poco a poco.

El Padre Italechea en Ignacio de Loyola solo y a pie dice en uno de los párrafos más bellos que tiene éste texto:Ignacio salió en libertad,partió solo en su mula camino de Monserrat como saldría también el Quijote,solo una mañana antes del día con grandísimo contento y alborozo de ver con cuanta facilidad había dado principio a éste buen deseo. Cuando queda herido de aquella guerra en Pamplona en su rodilla Ignacio al encontrarse con Cristo en la vida de Cristo y aquella vida de santo que reflejaba a Jesús en el corazón de sus seguidores dijo una vez curado me pondré en marcha.Ahora puede caminar,no está del todo curado,si está visitado por el Señor y ha comenzado todo un camino penitencial dentro de su búsqueda de Cristo a partir del encuentro que Jesús ha tenido con el y se decide ir a un lugar.El quiere ser un peregrino hacia Jerusalén pero primero tiene que viajar a Monserrat donde se encuenrtra con la Viígen morena tan amada por su gente y por el también. Va en mula Ignacio y va con mucha decisión y determinación con un espíritu penitencial por fuers muy fuerte,no tsn fuerte por dentro dicen sus biógrafos.Todavía hay una carga de un cierto voluntarismo,de un cierto querer alcanzarlo a Dios por la propia fuerza como si uno por andar mucho pudiera subir una escalera y llegar hasta el cielo hasta que poco a poco Dios aquel buen deseo de determinación va curando su corazón en lo más profundo regalándole humildad y dándole Gracia de sincera conversión. Hay algo que salva toda la situación de desconsierto ewb ñests peregrinar de incierto en Ignacio es su decisión,su bena voluntad de ver como en el camino hay que emprender la marcha y esto nos enseña a nosotros a entender que posiblemente hemos tenido que modificar muchas veces el camino de nuestra vida. A la luz de los santos comprendemos nuestro propio camino,su propio peregrinar.Lo importante en éste caso es que el fuego esté vigente,es que el deseo esté ardiendo,es que la buena voluntad siga con la mejor de las intenciones después el resto es peregrinar elegir y re elegigir los caminos por donde ir.Ignacio en esto es un gran maestro de rectitud de intención,de firme voluntad, de deseo ardiente y de capacidad para re inventar la aventura del peregrinar cotidiano.Crisis de realismo es la que empieza a transitar Ignacio en su peregrinar

Ignacio decidido va hacia Jerusalén y que entiende que tiene que hacer primero una parada en Monserrat donde busca entregarle a Maria su corazón peregrino nos lo muestra con todas las falencias de aquel tiempoy quiero que tengamos una imagen real de su proceso de conversión.Decíamos partió con su mula y en el camino a Monserrat se encuentra con un moro que maltrata a la imagen de María en su decir. Ignacio sintió un odio muy particular en aquel momento.El mismo lo da a entender. Una fuerza de cólera que gana su corazón y una vez que el moro ha ido hacia adelante,el musulmán ha avanzado unos metros más adelante sintió deseos de matarlo.Todo en razón a defender a su amada madre María con la que siempre tuvo un vínculo muy fuerte y comenzó todo un proceso de discernimiento en el cual ya estaba metido Ignacio.Discernía si tenía que matarlo o no.Tan primaria era su manera de vivir a Jesús y quería hacer penitencia desde que les despertaba el corazón con los que había vivido.Sin embargo el Evangelio no había calado hondo en su corazón por eso podía darse la oportunidad de pensar¿será que tengo que matarlo a ese hombre que ha atacado a María? Que hizo Ignacio? Soltó la mula fue hasta un lugar donde los caminos se dividían.Por un lado había agarrado el que habia maltratado a la madre y por otro lado se hallaba otro camino. Si la mula va por donde va el moro lo mató,dijo,si va por otro camino se salva.Menos mal que la mula agarró por otro camino sino no estaríamos hablando de éste santo

Nos encontramos con un Ignacio rudimentario en su fe podríamos decir.Un Ignacio con un fuego increible, con una voluntad decidida,con una determinacion muy grande,ocupado su corazón con una mordiente interior de la presencia del Señor que lo habilita para descubrir cosas que están escondidas dentro suyo pero puede más lo ferreo de su querer que a veces ese proceso interior que quiere ir ganando poco a poco y develando su misterio.Al Dios quue está buscando lo lleva por dentro y ligado a Monserrat se va a encontrar confesándose por un largo tiempo dando cuenta de su conciencia algo así como 2 o 3 días metiéndose en si mismo.Este Ignacio que con la mula ha decidido una parte del camino a recorrer comienza a ser llevado por la luz del Espíritu y no solo por su voluntad un tanto empacada cpomo aquella mula para ir hasta donde Dios lo quiere conducir. Es la vida del Espíritu Santo en su inteligencia que comienza a mostrar los mas bellos rincones de su alma donde estaba escondida la que lo va guiando en su camino. Aquella experiencia en las cuevas de Monserrat va ser el punto de partida de lo que el Espíritu suscita dentro suyo como el gran regalo que Ignacio dejó a la Iglesia:los Ejercicios Espirituales.Allí en Monserrat está el germen de la vida en el Espíritu con la que Ignacio discernía en Cristo bajo éste modo tan particular que Dios va a construir en El:el mes de ejercicios.Todo un camino por recorrer.Ignacio poco a poco lo va ir como traduciendo en su pluma concentrado todo como un gran paquete regalado por Dios allí en Monserrat donde ha quedado registro de uno de los acontecimientos del camino espiritual de la Iglesia más significativo sobre todo para la edad moderna,la presencia de Dios en la doctrina de los Elercicios Espirituales de San IgnacioLos caminos que nos regala Ignacio en su proceso de transformación.La consigna es ¿cuantas veces tuviste que rediseñar los caminos y sueños de tu vida

Ignacio es un maestro del modo de como diseñarlo.Es decir el rediseño no surge desde cualquier lugar sino desde estos secretos que van surgiendo en lo más hondo de su corazón donde éstas voces interiores con las que el va descubriendo por donde acertar en el re diseño que es un modo en el cual hay que correrse en el andar para no meter la pata en el mismo lugar aunque el ser humano es de los bichos que caminan sobre la tierra que se equivocan 2 veces en un mismo sentido es posible exitar eso si de verdad nos dejamos guiar por la vida en el Espíritu y ésta es la gran enseñanza que nos deja Ignacio no solamente para no volver a caer en el mismo lugar sino para acertar en el andar y peregrinar.Nada mejor que en su búsqueda llegar hasta lo más lejos donde siente que Dios lo quiere conducir que haber parado allí en Monserrat porque en realidad todo el diseño de su peregrinar comienza a encontrar en los secretos de Monserrat la clave para andar concertado en el camino.Este secreto se trata de dos movimientos que se dan en el corazón.Uno hay que seguirlo y el otro desecharlo.Son las mociones interiores que llama Ignacio .Una le llama de consolación interior y otra de gran desolación interior. Como se descubre esto?Por el sentir interior.Ignacio que ha estado con mucha fuerza de voluntad puesto en la penitencia,en el querer imitar a los santos,en el recorrer los caminos de San Francisco,San Onofre y recorrer los de Santo Domingo ahora empieza a recorrer más propiamente su camino que Jesús quiere hacer en Ignacio de Loyola y tiene un secreto interior que Dios le va revelando.Se puede peregrinar siendo uno mismo dejándose por las mociones que van a conducir el alma,mociones interiores con las que Dios configura al ser de cada uno de nosotros con un razgo particular uniéndolo a lo de los demás a los que también quiere conducir el Señor.En éste sentido Ignacio comienza a descubrir que hay dentro de si un Espíritu que lo guía y conduce en Dios.Es el Espíritu del consuelo.Allí el siente paz,gozo,alegría y al mismo tiempo hay un Espíritu que atenta contra lo que es la vida en el Espíritu.Es el mal espíritu que le dice el o lo va a dar a llamar como el enemigo de la bnaturaleza humana. El viene,dice Ignabio con miles de interferir el camino para no permitirnos avanzar Cuando estás toda floja,tibia como separada de Dios Ignacio dice en una carta .el enemigo nos hace desviar de lo que hemos comenzado abajo sin saber porqué estamos de éste modo y de re inventar la aventura del pereginsr cotidiano.Ese enemigo de la naturaleza humana no quiere éste camino.esteCuando el alma está desolada es decir solo,alejado de Dios.A una monja que experimenta ésta desolación interior San Ignacio le describe las caracteristicas de la desolación y lo hace de éste modo de una carta que le escribe:El enemigo nos hace desviar de lo que hemos comenzado,trata de tirarnos abajo en el ánimo,en nosotros hay tibieza sin saber porqué estamos de ese modo,no podemos rezar con devoción,ni hablar ni oír cosas de Dios con gusto interior,sentimos como si todos fuéramos olvidados de Dios,venimos a pensar que en todo estamos lejos de el.Lo hecho y lo que querríamos hacer nada tiene sentido,todo es como si cayera en vacío,nos trae a desconfiar de todo.Que se hace con esto?Se lo enfrenta,dice Ignacio.A ésta realidad de desolación hay que mirarla a los ojos,denunciarla,ponerle rostro,ser humilde,trabajar con mayor paciencia en lo de todos los días,insistir un poco más en la oración y en un gesto de caridad.Estas son las armas sencillas,concretas,muy nobles,que templan el alma y la preparan para el combate espiritual del que se hace peregrino en Jesús

 

                                          Padre Javier Soteras