25/02/2022 – Esta semana concluimos el ciclo de reflexiones bíblicas de hermana María de la Paz Carbonari y que estuvo dedicado a las Cartas de San Pablo. En esta oportunidad nos habló de dos cartas escritas por Pablo desde la prisión.
“La ciudad de Filipos, en la que Pablo funda esta comunidad y donde estaban sus destinatarios, se encontraba en la región oriental de Macedonia, en el norte de lo que podemos decir la Grecia actual. Los destinatarios son probablemente en su mayoría mujeres, que eran líderes valientes, como por ejemplo Lidia, que era una empresaria de Filipos que comerciaba con púrpura. Ellas, junto con otros líderes varones, van a estar al frente de la comunidad cristiana de Filipos”.
“Los filipenses están angustiados por la situación de Pablo en la prisión y hacen un gran esfuerzo para poder solidarizarse económicamente porque también es una comunidad con pocos recursos. Además están siendo intimidados por la gente del lugar que se oponen al Evangelio proclamado por ellos”.
“Pablo entonces insiste en que tomen con alegría la dura situación que están pasando, los exhorta a no desfallecer en la opción hicieron por el Evangelio de Jesucristo. Además, les suplica que se mantengan firmes y sobre todo que permanezcan unidos”.
“Aunque es breve y simple de estilo, la carta a Filemón presenta el esquema habitual de las otras cartas paulinas. Encontramos al principio el saludo, en donde se va a mencionar a los remitentes: “Pablo, prisionero de Cristo Jesús y mi hermano Timoteo“. También nombra a los destinatarios y, en este grupo, destaca inmediatamente la figura de Filemón a quien va dirigido expresamente el discurso de Pablo.”
“Se pone de relieve la personalidad cristiana de Filemón así como su actividad actividad caritativa. Pablo suplica, luego señala que el objetivo de la carta que es Onésimo, esclavo útil, y Filemón tendrá que recibirlo, no como un esclavo, sino como a un hermano”.
“Pablo no se olvida que tiene autoridad suficiente para indicar a Filemón lo que es conveniente pero, dadas las relaciones que hay entre ellos, sólo se expresa en términos de amor que es el lenguaje de los cristianos.”
“Entonces, en este contexto, Pablo ruega a Filemón a favor de Onésimo, calificado inmediatamente como hijo suyo, engendrado en las cadenas porque Pablo que estaba preso”
Podés escuchar el programa en el audio que acompaña esta nota y acceder al ciclo completo de hermana María de la Paz haciendo click aquí