22/07/2025 – Martín Fernández tenía un futuro brillante en el mundo de las finanzas, un camino que para muchos representaría la cúspide del éxito profesional. Sin embargo, una experiencia profundamente transformadora, un encuentro íntimo y revelador con la adoración eucarística, lo impulsó a reconsiderar por completo su trayectoria y a embarcarse en un rumbo inesperado. Esta vivencia tan significativa no fue un evento aislado, sino el catalizador de una decisión audaz.
Martín se sumergió en una misión de cuatro años de intensa dedicación, colaborando estrechamente con su tío, un sacerdote. Juntos, recorrieron innumerables parroquias a lo largo y ancho de Argentina y Chile. Su propósito era claro y profundo: organizar y establecer capillas de adoración perpetua. Esta tarea no solo implicaba un servicio espiritual profundo, sino que también se convirtió en un período de profunda transformación personal para Martín, moldeando su perspectiva y fortaleciendo su convicción.
El nacimiento de Chosen: un llamado al propósitoTras culminar esta misión, Martín exploró diferentes horizontes, trabajando en el sector de la educación y también en el ámbito público. Cada una de estas experiencias sumó a su bagaje, pero la inquietud por encontrar un propósito más elevado y significativo persistía. Fue en este nuevo proceso de búsqueda personal, en el silencio contemplativo de la oración y la reflexión, donde nació Chosen.
Chosen no es solo un programa; es una respuesta a una necesidad profunda y universal que resuena especialmente en la juventud de hoy. Es un programa de acompañamiento vocacional que surge de la convicción de que cada joven tiene un camino único y un propósito divino esperando ser descubierto. Su misión fundamental es guiar a los jóvenes en el discernimiento de su verdadera vocación y ayudarles a descubrir el sueño que Dios tiene para cada uno de ellos. Se trata de un proceso de autoconocimiento, fe y acción, diseñado para iluminar los pasos hacia una vida plena y con sentido, anclada en valores y en la búsqueda de la realización personal a través del servicio.
Sobre el llamado recibido Martín relató: «yo sentí, en una de esas adoraciones profundas, que Jesús me estaba invitando a hacer algo nuevo, a hacer algo distinto».
Martín aseguró que «si yo hubiera seguido en el camino de las finanzas, en el camino que estaba, me iba a perder de este proyecto de felicidad gigante de Dios que muchas veces tiene tanto que ver con la sorpresa».