25/11/2020 – Los integrantes de la Comisión Episcopal y del Secretariado Nacional de Liturgia hicieron un recorrido por un año muy particular para ésta área de servicio pastoral en la Iglesia argentina, marcada por la pandemia del coronavirus y la sorpresiva muerte a principios de 2010 de su titular, monseñor Miguel Ángel D’Annibale. Rodrigo Martínez, secretario ejecutivo de la comisión y director nacional de Liturgia indicó que “la partida al Cielo de monseñor D’Annibale nos sorprendió, fue un golpe muy fuerte para nosotros. Además tuvimos que reorientar la tarea en medio de la pandemia, más allá de que en este tiempo esté dispensado el precepto dominical por los obispos de cada lugar”.
“Todos los años tenemos un encuentro con los responsables diocesanos de liturgia y en el 2020 fue de manera virtual. Fue un año muy extraño, no poder asistir a la misa en muchos casos nos genera una nostalgia y una carencia. Pero hay que cuidar al hermano, esa es la prioridad y por eso debemos respetar las indicaciones que se nos dan desde las autoridades civiles en conjunto con cada diócesis”, reconoció Martínez.
“A nosotros nos toca hacer las traducciones y las ediciones de los libros litúrgicos, porque todo viene originalmente en latín. Esto es parte de nuestra tarea en la comisión episcopal de Liturgia. Por ejempo, el Misal Romano tuvo una tercera edición en Argentina desde el Concilio Vaticano II hasta ahora y hace ya 10 años que lo hemos podido publicar. Recientemente pudimos editar la nueva Liturgia de las Horas y el año próximo estará publicada. También tenemos el Misal de la Virgen María y eso en breve se comenzará a distribuir. También trabajamos fuerte en la formación litúrgica con diferentes cursos a través de una escuela de teología de la diócesis de Mar del Plata”, resumió el director nacional de Liturgia desde el norte del conurbano bonaerense.
En tanto, desde la ciudad de Olavarría, el padre Marcos Picaroni, integrante del Secretariado Nacional de Liturgia y representante de la diócesis de Azul, explicó cómo acompañaron las celebraciones en este tiempo de pandemia. “Esta crisis sanitaria nos tomó por sorpresa en plena cuaresma. Para cada comunidad fue un aprendizaje sobre la marcha la que se hizo para poder compartir las misas virtuales. Además es muy bueno que cada diócesis haga vivir distintos modos de oración, como el rosario y las peregrinaciones a través de las redes sociales ante la imposibilidad de asistir físicamente”.
El sacerdote bonaerense sostuvo que “desde el secretariado nos propusimos dar un marco celebrativo a las familias ante la imposibilidad de asistir a la Eucaristía en forma presencial. Y lo logramos con distintos subsidios que animan a ambientar un lugar en la casa para que en cada familia haya un altar dedicado al Señor. Todo esto se difunde desde el sitio www.episcopado.org y a través de las redes sociales”.
Por último, el padre Daniel Segura, representante de la diócesis de Morón en el SENALI, subrayó que “el legado espiritual de monseñor D’Annibale continúa siendo muy fuerte en nuestro servicio” y dijo que “él también alentó la publicación del Misal mariano. En adhesión al Año Mariano Nacional decidimos hacer este Misal de la de la bienaventurada Virgen María que tiene dos tomos. Tomamos de base el Misal que publicó el Episcopado argentino en 1987 y lo ampliamos hasta un total de 61 misas. Sobresalen las fiestas de Luján, del Valle, Itatí y del Milagro, entre otras. En estos días ya comienza la distribución de estos Misales por todo el país a través de la Oficina del Libro de la Conferencia Episcopal”.
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