06/12/2021 – La semana pasada, la sociedad argentina se vio conmocionada por esto que ocurrió en La Pampa, el crimen del pequeño Lucio Dupuy, el niño de 5 años que murió víctima de los golpes, malos tratos, abusos que, según la acusación judicial, le habrían propinado durante los últimos dos años la propia madre del pequeño y la novia de la madre, quienes están detenidas en una cárcel de San Luis.
Luego de conocerse la terrible noticia y el avance de la investigación, varias personas del entorno del pequeño Lucio aseguraron haber sido testigos de los maltratos que sufría. Algunos dicen haber hecho denuncias, y otros reconocen que no lo hicieron.
En el caso del padre del niño, declaró haber realizado más de una denuncia y haber pedido la tenencia del pequeño, pero aseguró que la Justicia nunca lo escuchó.
Este caso tuvo y tiene trascendencia nacional por los niveles de violencia física, psicológica y sexual que pone en evidencia, y por el final trágico. Pero son alarmantes los niveles de violencia que se advierten en nuestra cultura, cultura del descarte también de niños.
El doctor Daniel Navarro, Jefe de sección del hospital psiquiátrico Borda, médico consultor en psiquiatría y psicología médica, y especialista en psiquiatría Infanto Juvenil, aseguró que, los datos a nivel global señalan que, en promedio, 6 de cada 10 niños de entre 2 y 14 años de edad sufren de manera periódica castigos físicos por parte de sus cuidadores, y que personas que los rodean -como familiares directos, indirectos, vecinos y amigos- nunca realizan las denuncias pertinentes.
¿Por qué sucede esto?, ¿se podrían evitar desgracias si somos testigos de estos hechos e intervenimos?, ¿cómo actuar?, ¿existe un protocolo?. De todo esto dialogamos con Alicia Zamarbide, licenciada en Trabajo Social y miembro de la Unidad de Violencia Infantil del Hospital de Niños de Córdoba.
Podés escuchar la entrevista completa a continuación…
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