20/06/22- “Es muy importante que todos nos hagamos un diagnóstico. Igual que nos hacemos un chequeo corporal, debemos hacernos chequeos en la salud emocional, en la salud mental, en la salud social, en la salud de los valores y un chequeo en nuestra salud espiritual. Los procesos de duelo sólo los hacen las personas valientes, las personas que se confrontan consigo mismas. No podemos enamorarnos nuestras heridas y menos con heridas de dejan los pecados capitales”, dijo el Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, en el programa “Acortando Distancias”.
¿Podemos ayudar al envidioso?
La envidia se analiza desde el envidiado y desde el envidioso, es un binomio inseparable. Ayudar al envidioso es una obra de caridad y una obra de misericordia. También debemos ayudarnos a nosotros mismos como envidiosos. “Todo tiene solución en nuestra vida, tenemos que evitar el derrotismo en el trabajo de duelo”, dijo el P.Mateo.
José y sus hermanos
El Padre Mateo propuso trabajar con la lectura Bíblica del Génesis en el cap. 37, donde aparece José que es vendido por sus hermanos como esclavo. “Esta historia es un paradigma de cómo el envidiado termina ayudando a los envidiosos, guiándoles a hacer un proceso de sanación”, dijo el sacerdote.
En José hubo mucho sufrimiento, pero supo hacer un buen trabajo de duelo. José supo aceptar la realidad y gracias a eso pudo llegar a ser lo que fue y hacer lo que posteriormente hizo. Donde normalmente se ve la envidia es entre los integrantes de la propia sangre. El envidioso no es un inocente, es un pobre hombre enfermo y muy dañino. José tuvo mucha nobleza de corazón.
Para comprender la actitud de los hermanos de José, hay que decir que las personas con heridas afectivas, van a tener muchos trastornos orgánicos, serios problemas mentales, problemas vinculares, problemas en los valores y dificultades para vivir una relación con Dios como Padre,
¿Cómo debe comportarse el envidiado?
“El envidiado no puede entrar en el círculo vicioso del envidioso. Hay que cortar por lo sano. No debemos dejarnos afectar por los envidiosos. Se les tiene que ayudar y corregir, pero si las personas no cambian de rumbo y no abren los ojos, se quedarán con su herida. La mejor ayuda al envidioso es hacer que reconozca que está gravemente herido y que necesita hacer un cambio. A veces lo mejor es apartarse y tener una relación mínima con el envidioso, pero nunca dejarse arrastrar por la persona que envidia”, finalizó el especialista.
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